13 julio 2008

MOMENTO TRISTE

Cuando Manolo, administrador de esta página propuso creame un blog, acepté seducido por la idea y empecé a buscar un tema para iniciar esta andadura. Lo que nunca podía imaginar es que esta inauguración abriría con un tema luctuoso, y no por capricho como es obvio sino por compromiso conmigo mismo ya que se trata del reciente fallecimiento de mi primo Adolfo Carreto.
Pensé que el mejor homenaje que podía rendirle, sería precisamente recordarle agradeciéndole los muchos momentos de felicidad que nos brindó a quienes lo tuvimos cerca y pudimos compartir su enriquecedora, sacrificada a veces, y siempre humilde existencia.
Fue coherente con sus ideas, valiente en sus planteamientos, humilde en sus éxitos y, sobretodo, intransigente consigo mismo al haber elegido estar al lado de los más débiles e indefensos; unas veces físicamente, otras con su voz a través de la radio o manejando su pluma con brillantez dejándonos así un amplio legado gráfico cuyo pensamiento permanecerá vivo entre nosotros.


A MI PRIMO ADOLFO,
ELEGÍA A MI MANERA.

Tenía tantas cosas que decirte, querido primo del alma, tantas fotografías que mostrarte, que esperaba ansioso ese reencuentro en nuestro querido pueblo de Zarza en este próximo agosto, con San Lorenzo de por medio esperándonos para ese momento cálido como son siempre los reencuentros por San Lorenzo.
Y me llegó la noticia helada, quemazón de hielo que paralizó por un instante mi corazón. No podía creer lo que leía al abrir el blog de Manolo que rezaba: "triste noticia" ... Adolfo Carreto... falleció ayer en Caracas. Era reciente, yo aún no sabía nada. Empezó entonces mi peregrinar en conjeturas, pero lo sucedido ya no tenía remedio, mi primo había fallecido.
Entoces, querido Adolfo, ya no disfrutaremos de esas fotografías mostrando allá arriba, encaramados en el campanario, a Miguel y Agapito volteando las campanas cuando San Lorenzo salía en andas de la sombra de la iglesia para darse un baño de sol calle arriba, bordeando el Torreón y sufriendo los rigores del calor carretera abajo aunque San Lorenzo ya esté acostumbrado como lo estamos los nativos.
Ya no veremos otras fotografías que había seleccionado mostrando la belleza de nuestro paisaje en primavera con amapolas, escobas rubias, dedaleras, tomillos, y sobretodo la cantidad inimaginable de tonos verdes, esos que tan magistralmente detallas en tus relatos zarceños y que a través de la Zarza virtual viajan por el mundo.
Ya no iremos al rio a visitar nuestro puente Robledo y admirar de paso las cabañas que al borde del camino ofrecen siempre refugio al viajero y acaso, ser sorprendidos por una recua de perdigones correteando astutamente detrás de su madre.
Ya no podré pedirte consejo para no errar en mis proyectos, pero beberé de la fuente de tu pensamiento que es el fruto de tu huerto. Ya no oiremos el pregón que tanto esperábamos de ti el dia de San Lorenzo, sabedores de que habrías encontrado las palabras exactas para mostrar el cariño a la tierra que te vio nacer.
Definitivamente, desde el balcón de el Ayuntamiento, tu voz no se elevará hacia las alturas poque ya está alli; pero ese dia, querido Adolfo, las oraciones del pueblo entero serán para ti y te llegarán desde la iglesia con todo el calor humano alli presente y con el aroma del incienso que tantas veces te perfumó.
Me esforzaré para que el dia de San Lorenzo no sea un dia triste porque estaremos más cerca que nunca.

Y ya, cada vez que vea tus aves, el águila perdicera o los polluelos de la perdiz, te veré a ti . Y cada vez. que escrute una fotografía, sea paisje o piedra labrada, acariciada, te veré a ti.
Y cada vez que fotografíe un campanario, un pórtico, un retablo, una procesión, un órgano catedralicio o no, una ermita, un trigal castellano verde y oro, un calvario centenario, un castillo, te veré a ti.
Y ya, definitivamente, formarás parte de esos hombres que amaron y ofrecieron su talento a nuestra Castilla, a tu Castilla de alma, como Miguel de Unamuno y Antonio Machado aunque a ti solo te conozcamos los zarceños y los venezolanos. Pero no importa. Tú no quisiste protagonismo y todo lo hiciste en silencio, con humildad, conservando lo más profundo de tus raices que son las nuestras.
Tus escritos nos dejas y tu pensamiento pervivirá entre nosotros.
Y ya, querido primo, transcurrido San Lorenzo, rezaré sin prisa, sosegadamente, una oración a la manera que de ti aprendí y me acostumbraré a esa otra forma de hablar contigo para seguir diciédote muchas, muchas cosas, querido Adolfo del alma.

Y en ese viaje,
fallido ya el encuentro,
seguiremos unidos
por el amor de tu verbo
que como nadie supiste
elevarlo hasta el cielo.
Se voltearán las campanas
el dia de San Lorenzo,
quizás en señal de fiesta
quizás e señal de duelo
pero pervivirá tu alma
en el corazón de este pueblo
y nunca te olvidaremos
por San Lorenzo,
querido primo del alma,
querido Adolfo nuestro.
Félix