Una de ratones.
Érase una vez dos ratones que se encontraron un buen día para comentar cada cual sus vivencias ya que uno vivía en el campo y el otro era casero.
¿Cómo te va en el campo? ¿De que te alimentas? Preguntó el casero.
Pues ando de un lado para otro en pos de alimento y lo que más como es raíz de hinojo que es lo que más abunda.Me das pena, le dijo el casero; deja el campo y vente conmigo, ya verás qué bien se vive en la casa donde yo me alojo. Alli hay una despensa llena de chorizos, jamones, morcillas, farinato, tocino, y no tendrás que pasar calamidades buscando sustento. El ratón de campo se quedó pensativo, sopesando la posibilidad de aceptar la proposición, sobre todo, por la cantidad de comida que jamás había imaginado tendría a su alcance. De modo que abandonó el campo y ambos se instalaron en la casa. Cuando salieron del escondrijo para asaltar la despensa, el ratón de campo se quedó aterrorizado al ver el gato que acechaba dispuesto a ofrecerse un manjar de ratón. Consciente del peligro que corría, sin pensarlo dos veces, emprendió la huida para volver a su territorio .
Al día siguiente volvieron a encontrarse y fue entonces cuando el ratón de campo le dijo al casero. Yo comeré solo raíz de hinojo pero tu tienes un gato que te vigila, así que prefiero comer raíz de hinojo que ver la paja en el ojo.
Acertijo.
Subí a un árbol que tenía peras. No comí peras ni se le cayeron peras y cuando bajé no tenia peras. ¿Qué ocurrió?
Félix.
Érase una vez dos ratones que se encontraron un buen día para comentar cada cual sus vivencias ya que uno vivía en el campo y el otro era casero.
¿Cómo te va en el campo? ¿De que te alimentas? Preguntó el casero.
Pues ando de un lado para otro en pos de alimento y lo que más como es raíz de hinojo que es lo que más abunda.Me das pena, le dijo el casero; deja el campo y vente conmigo, ya verás qué bien se vive en la casa donde yo me alojo. Alli hay una despensa llena de chorizos, jamones, morcillas, farinato, tocino, y no tendrás que pasar calamidades buscando sustento. El ratón de campo se quedó pensativo, sopesando la posibilidad de aceptar la proposición, sobre todo, por la cantidad de comida que jamás había imaginado tendría a su alcance. De modo que abandonó el campo y ambos se instalaron en la casa. Cuando salieron del escondrijo para asaltar la despensa, el ratón de campo se quedó aterrorizado al ver el gato que acechaba dispuesto a ofrecerse un manjar de ratón. Consciente del peligro que corría, sin pensarlo dos veces, emprendió la huida para volver a su territorio .
Al día siguiente volvieron a encontrarse y fue entonces cuando el ratón de campo le dijo al casero. Yo comeré solo raíz de hinojo pero tu tienes un gato que te vigila, así que prefiero comer raíz de hinojo que ver la paja en el ojo.
Acertijo.
Subí a un árbol que tenía peras. No comí peras ni se le cayeron peras y cuando bajé no tenia peras. ¿Qué ocurrió?
Félix.