09 abril 2022

HA LLEGADO EL CUCO

 

                                             


“¿Ya estamos todos? El que no esté colocado, que se coloque…” Algo así dijo el alcalde de Madrid, un tal Tierno Galván, al asistir a un concierto, supongo roquero en aquellos años de los ochenta de la “movida madrileña”, de droga , chute y viva la Pepa, de gente envenenada por el aceite de colza, y  otra parte enviada  al otro barrio por la maldita heroína. Eran los ochenta.

Bueno, pues lo mismo me he preguntado yo esta mañana de 8 de abril, pero no aludiendo a colocarse con ningún tipo de estupefaciente o del  alcohol de la “marcha libertina”, no, yo me refiero a la borrachera de placeres que la madre naturaleza comienza a brindarnos cada año por estas fechas, finalizando, más o menos, con la marcha del cuco tramposo,  por San Pedro, o sea cuando cierra junio. 

Esta mañana me he dado una placentera caminata por los caminos de mi pueblo, viendo un tractor arando por aquí (acosado por milanos en pos de alimento, lombrices, ratones o lo que salga), vacas sesteando, la panza llena (les he cantado mientras me miraban embobadas), apenas agua en los regatos, el campo verde hierba y maraojo, un cielo ventoso y gris y  escobas con flor blanca bailando al son del viento y, cómo no, el canto del cuco que ya llegó. Cu- cú, le digo. Cu- cú, me responde. Ya somos dos, le digo. Más adelante me saluda otro, y más lejos, otro.

Echo cuentas y me digo que la cigüeña llegó por san Blas, el 3 de febrero. También he visto con inmensa alegría, esta mañana, sobrevolar por encima de mi cabeza golondrinas, las que le quitaron las espinas a la corona del  Cristo en la cruz, decía mi abuela, que algo sabía de espinas y quebrantos. Ahora el cuco, el que pone el huevo en casa ajena y se larga como si hubiera hecho una gracia. El ruiseñor, solo han llegado tres o cuatro, porque conozco sus asentamientos. Los otros están en camino, tal vez algo remisos por este tiempo hosco de bombas que retumban en la noche de los tiempos, pero no tardarán, porque la naturaleza funciona como un reloj, marcando unos tiempos muy precisos que no conviene alterar.

 Ya están aquí estas aves que emigraron hacia el sur, hacia el África espoliada por la usura del primer mundo, para huir del invierno, otras van llegando sin prisa, porque las prisas son malas consejeras. Las flores van cumpliendo con su ciclo, haga el tiempo que haga, como nosotros, sin darnos cuenta; los robles, los chopos y fresnos comienzan a teñirse de un tímido verde encendido. Todo apunta hacia el cielo; las hojas primerizas en las ramas, la hierba, las flores, todo mira  hacia el universo que nos cobija, porque la vida es alzar el vuelo, lo más alto posible para huir de los depredadores rastreros, porque nuestro universo terráqueo se compone de aves que lanzan su trino al viento para seguir con esperanza renovada, y de buitres carroñeros insaciables; estos no emigran, fieles a  su condición.

Así que ya estamos todos, o casi todos; los que anidan sus sueños en nidos acolchados para perpetuar la especie, los que escuchamos su hermoso canto esperando que la primavera sea eterna,  también los que deambulan  sin enterarse que todo es efímero y que el paraíso está aquí, a nuestro alcance, y no en extraños lugares de neones arrabaleros o de playas untuosas de espejismos candentes.

¡Ha llegado el cuco! Nos aguarda en la arboleda, Santiago. Cu-cú, cu-cú.

“Esperaaaaa, que ya llego”.

3 comentarios:

Manuel dijo...

A ver si en unos días, pocos, puedo dar esos paseos y oír, ver y oler todo eso que nos relatas. Si andas por el pueblo, me guías en tus rutas, que tú conoces muy bien. Gracias, Félix
-Manolo-

Teresa dijo...

Da gusto escucharte Felix .muchas gracias por tu relato .Trasmites aires frescos ,serenidad y paz, que aunque muchos no lo digan todos lo necesitamos y deseamos es la sed de eternidad y felicidad .

Manuel dijo...

Oigamos al CUCO, que para eso tenemos en la página el apartado Avifauna, con gran aportación de tu hermano Chuchi.
-Manolo-