31 marzo 2012

La nueva esclavitud( primera parte)

Cuado hablamos de esclavitud, a menudo pensamos, como paradigma, en los negros que fueron vendidos por los suyos, para viajar encadenados hacia los países “civilizados” de las Américas.
Pero hete aquí, que las cadenas han sido sustituidas por otro tipo de cadenas, más sutiles, incluso invisibles, pero cadenas al fin y al cabo.
España ha sido secularmente un país de emigración y esta característica nos sigue como nuestra propia sombra. Sin embargo, nos liberamos de esta losa (momentáneamente) y nos convertimos en país de acogida de emigrantes entre mediados de los noventa hasta la llegada de la crisis. Y comenzaron a llegar por tierra, mar y aire sin control alguno, o casi, ni sanitario ni de domicilio, algo impensable en nuestro caso en los países de acogida, cuando emigramos a Europa en los años sesenta.
Y esta afluencia descontrolada propició la nueva esclavitud: Inmigrantes negros africanos llegaban en pateras, algunos nunca llegaron, y fueron explotados en el punto de partida por los mercaderes de personas, y muchos también en el país de llegada al carecer de papeles. Y con esta llegada masiva, los españoles descubrimos entonces lo que es una cama caliente, y un piso patera, que es otra forma de esclavitud, y aparecieron los Latín Kings, y los Ñetas y otras puñetas, las cárceles se masificaron y para rematar la faena, en Madrid asistimos atónitos un día de tantos, en pleno mediodía, al ajuste de cuentas a balazos en una céntrica terraza; y brotaron como champiñones parques temáticos en Madrid y otros lugares, siendo el currito de a pie quien pagaría este desaguisado ruinoso, aunque preferiría no darse por enterado . Era la España de la opulencia y del consumismo, la del desbarajuste y el derroche, la del delirio de grandeza donde infinidad de trabajadores, en esta nueva forma de esclavitud, cayeron en la trampa tendida por especuladores de todo pelaje, cavando su tumba laboral sin sospecharlo.
Entonces llegó don Jesús Caldera, paisano salmantino, y dijo: “venga, papeles para todos”.Y se produjo el efecto llamada y volvieron a poblar este país, como si fuéramos la Madre Teresa del mundo, ni se sabe cuantos más sin papeles. Desastre monumental que abocó a miles de inmigrantes a errar por la piel de toro para subsistir, con el consiguiente riesgo de explotación, de contraer, desarrollar o transmitir enfermedades, mentales entre otras, por el desarraigo y, en muchos casos, abocados a la mendicidad y a la delincuencia.
Los medios de comunicación que son la voz de su amo, hacen “su trabajo” y nos repiten hasta la saciedad que los subsaharianos llegan a nuestras costas huyendo del hambre.
Primera observación: los denominan subsaharianos, (término tan hipócrita como falso) en lugar de negros, o de raza negra, pues por debajo del Sahara existen poblaciones de blancos nativos de origen europeo, o sea que hay subsaharianos blancos. Este eufemismo, subsahariano, es un invento de los países ricos, europeos y americanos para lavar su mala conciencia, pues ellos, con la complicidad de los gobernantes corruptos locales, son los responsables de su pobreza.
Segunda observación: Los negros que llegan en pateras no huyen del hambre, simplemente pretenden legítimamente poder disfrutar del mismo nivel de progreso y confort que nosotros. Yo no he visto en las imágenes cuando llegan a las costas, aparte de la lógica fatiga y angustia de la travesía en el mar, que lleguen desnutridos –lo que me alegra- después de un viaje de cientos o miles de kilómetros y varios meses de travesía del continente africano. Eso cuesta mucho dinero y los más pobres no pueden emigrar, simplemente por carecer de recursos para pagar a los pasadores sean mafias o no. Los que emigran son los mejores formados, una fuerza joven, instruida suficientemente y, vital para el progreso de sus países. La sangría de este precioso capital humano deja exangüe, por lo tanto, a estos países para recuperar su autentica autonomía a través del progreso.
En consecuencia, esos países explotados por los occidentales esquilmándoles sus materias primas y enviándole a cambio los residuos tóxicos, vendiéndoles armas para que se maten entre ellos, siempre con la complicidad de sus gobernantes corruptos, nunca podrán, en este contexto, levantar cabeza.
Es la otra cara de la esclavitud sin cadenas. La esclavitud moderna. La de los mercaderes de personas ahora más formadas, pero que son explotadas y engañadas igualmente.
Y llegamos de nuevo a la España emigrante. Ahora sin maleta de cartón atada con una cuerda para que no se escaparan los sueños. No, ahora se viaja con el ordenador bajo el brazo porque los países europeos solo necesitan gente bien formada. Emigrantes de categoría, pero emigrantes al fin y al cabo, que se ven obligados a marcharse de su país donde las secuencias de la vida de antaño se repiten con sangrante ironía, aunque solo las formas cambien.
¿Somos emigrantes porque somos españoles? Yo lo creo firmemente.
Es una consecuencia de la mentalidad de quienes gobiernan en todos los estamentos de la sociedad .Porque no es lo mismo ser emigrante por placer, como una opción libre, como el caso de franceses ,alemanes etc, que por necesidad, como el nuestro, y como consecuencia de políticas desastrosas.
Como los africanos, los españolitos han sido engañados por sus propios conciudadanos, gobernantes y otros representantes institucionales cuyo sacrificio son la buena siestita, la tapita y la caña, y el buen rollito. Pero como hay muy poca gente trabajando de verdad para mantener a tanto vividor, pues la vaca lechera se agota y no da para más, y aquellos que trabajaron duro y con buena fe creían en la bondad de una España próspera y democrática, se despiertan ahora de este desagradable sueño.

Me encuentro en el despacho de la señora Merkel, Cancillera alemana. Enfrente de ella, se encuentra un subordinado suyo. Yo asisto en un lateral de la mesa a las conversaciones entre ambos. Ni siquiera me pregunto qué pinto yo allí.
-Franz, quiero que examines esta lista de puestos de trabajo que podemos ofrecer a los extranjeros, le dice la cancillera entregándole un fardo de folios. Necesitamos ingenieros, arquitectos, especialistas en medios de comunicación y un largo etc., añade, pero sabes que solo admitimos los mejores, los que tengan un curriculum brillante, que para mediocres ya nos sobra con los nuestros. Puedes organizar el reclutamiento como mejor lo veas en España, en Portugal y los países mediterráneos, aunque el grueso, sospecho por la información que tengo, serán los españoles.
La primera luz del día se cuela por la ventana y me despierto. No entiendo a qué demonios viene este sueño porque, conscientemente no tengo ni la intención de emigrar, ni la necesidad, afortunadamente. Ya pagué mi tributo al país hace cuarenta y cinco años, lo cual me permite, tras cuarenta y cinco años cotizados para mayor gloria de los gobernantes, ver ahora los toros desde la barrera.
Pero sigo hurgando en mi mente y encuentro una relación que sospecho es la responsable: Hace unos días recibo un mensaje en mi móvil de un Corporación de Enfermería ofreciéndome trabajo en Alemania.”¡Ya está, eso es! ”me digo, no me dejan estos… ni siquiera dormir a gusto. Que le den. Que se vayan ellos. Pero ellos no se irán, como mucho organizarán las partidas para que se marchen los demás, porque para eso ocupan puestos de mando y ellos dirán que se lo han currado. ¿Currado? ¡Ay! si yo pudiera hablar como en un país verdaderamente libre. Eso si, sacarán pecho con esa aureola de vanidad tan española, convencidos de la “buena” labor que desarrollan en beneficio (¿) de sus conciudadanos.¿Quien es el mayor beneficiado? ¿Los que se largan o el que cobra la comisión tan ricamente para que se larguen? Esto es calcado a la expedición que me tocó vivir en 1967 camino de Suiza. Los organizadores vivían muy bien, en parte gracias a nosotros. Cambian las formas pero no el fondo.
La señora Merkel tiene razón: hay que contratar los mejores y le faltó añadir:porque además nos salen gratis.Y es que, por ejemplo, la formación de un ingeniero nos cuesta a los contribuyentes unos cincuenta mil euros. Pero como somos un país rico despreciamos el talento y tiramos el dinero por la ventana, y como aquí el derroche de los gobernantes, y la mala gestión de nuestros dineros no es delito y no está perseguido, pues ¡ancha es Castilla!
He visto infinidad de ofertas de Eurodes y otros organismos de la UE. Tras leer el tipo de oferta y el salario que ofrecen me quedo atónito. Tanto Alemania como Francia, Holanda, etc, ofrecen para empleos menores como cocinero, pero también enfermería, unos salarios miserables, casi idénticos a los nuestros por lo que deduzco que se trata de negreros de esos países que, obviamente, no encontrando allí a nadie que acepte trabajar por esos salarios, intentan con los negreros de aquí, previa suculenta comisión, reclutar gente necesitada. Es la nueva forma de esclavitud. Bien organizada, con cara amable. Sinceramente, para ese viaje no necesitábamos alforjas.

Desde que ingresamos en la UE nos han llovido miles de millones, primero de pesetas, después de euros para que, bien gestionados, nadie volviera, entre otras cosas, a verse obligado a emigrar, para que tuviéramos la mejor formación profesional, han llovido millones a raudales, y ¿qué queda de eso?: la peor y más deficiente formación profesional, de la UE. ¿Donde ha ido el dinero? ¡Ay!, la picaresca (¿o delincuencia?) española, qué bien funciona.
Por lo que me toca, el Colegio de Enfermería, publica en su revista mensual el déficit de enfermeras y médicos que tenemos con respecto al resto de países de la UE. ¿Y qué hacen ellos para forzar a nuestros gobiernos a que contraten unas cincuenta mil enfermeras para equipararnos en el ratio de otros países? Nada. Sí, ayudarnos a buscar, como intermediarios, un empleo fuera. Y se quedan tan anchos. Lo mismo digo de los sindicatos. Unos y otros defienden sus intereses. Este es solo un botón de muestra de lo que es la mentalidad española, el porqué aguantamos lo que nos echen y por qué no echamos nosotros a tanto vividor. Por eso decía que la condición de emigrantes nos perseguirá mal que nos pese. Es la consecuencia lógica.

Se vendió toda la industria nacional porque el INI generaba pérdidas. Los italianos nos compran Pegaso, lo comercializan como IVECO y a ellos les da beneficios, ¡Toma, Geroma! De modo que con estos mimbres era fácil deducir que este país iba camino de convertirse en un país de servicios. Pues entonces, amigos, con este panorama, sobran ingenieros, técnicos de la industria, químicos, investigadores, arquitectos etc, etc, si los productos en su mayoría nos vienen de fuera calentitos. Pero eso si, seguiremos haciendo de las universidades fábricas de parados, con el consabido coste.
Los gobernantes esperan que lleguen las multinacionales para echarnos una mano. ¿Vendrán? ¿Se irán a países más rentables? Un país serio no puede depender constantemente de la “caridad “de los de fuera.
Mientras tanto, aquí, como vemos, con los más de mil procesos abiertos por corrupción, se lo siguen llevando crudo. ¡Y que tengamos que pagar además los juicios carísimos de estos sinvergüenzas, y ellos con el dinero a buen recaudo! Esto ya es el colmo de la memez de un pueblo.
Pero siempre nos quedará como último recurso la emigración, pues ese es nuestro sino. La historia se repite porque así somos: españoles para lo mejor y para lo peor.
Félix.

24 marzo 2012

Cosas de nuestra España.

En el rectangular despacho Monclovita departen el presidente del gobierno y su ministra preferida para dar un repaso general a las cuentas del Estado, concretar algunas partidas y ofrecer soluciones a la crisis que nos acecha.

-Buenos días, presidente, lo veo muy animado esta mañana.
-Si, ya sabes que la guitarra siempre ha sido mi punto débil .Después de entonar unas melodías me encuentro siempre más inspirado. Mira:
Cada mañana cuando sale el sol
Le canto a la luz divina
Que en tu cara se refleja
Cual coral de luz prístina.
Tran- la- ra- la,
Tran- la- ra- la, chis- pún”
-¡Huy! presidente, no conocía esta faceta de poeta cantautor. No me extraña que sea tan convincente en sus discursos.
-Gracias María Eugenia de la Fuente Bragada.
-Por favor, presidente, ya le he dicho que no sea tan protocolario, ahórrese los apellidos, con María basta, o simplemente Mariví
-Ya lo sé, pero me gusta empezar el día azuzando su carácter tan peleón, por lo que te pido perdón.
-Perdonado está.
-Bueno, vamos a ver, Mariví, cuales son sus pretensiones esta mañana.
-Pues aquí tengo una lista de sugerencias que me gustaría se llevaran a cabo. Por ejemplo, la asignación de 25.000 euros para los colectivos homosexuales de Zimbabwe, que al cambio es mucho dinero
.
-Bueno, tú te ocupas del asunto de las lesbianas. No, no me mires así, que no hay indirectas, lo digo porque una mujer siempre entiende mejor estas cosas, lo de los homosexuales se encarga Bartolo. ¿No te parece, Mariví? Y recuerda cuando vayas con el cheque a Zimbabwe en misión antropológica, asimilar las costumbres locales: bailar con ellas, y participar en sus costumbres. Recuerda lo del refrán: Allí donde fueres, haz lo que vieres.Y disfruta cuanto puedas que para eso somos los representantes del pueblo.
-Gracias presi, ese viaje me vendrá de perlas para olvidarme del raca raca de la oposición, que son unos plastas con sus caritas benedictinas, ja, ja.
-Qué más, Marivi.
-Aquí tengo anotada una partida de 1,5 millones de euros para el Ministerio de Igualdad. Una parte sustanciosa irá para el programa sobre el mapa de excitación del clítoris y labios menores. Detallo esto para que se entere donde va a parar nuestro dinero, y de que no cae en saco roto.
-El dinero de todos, Marivi. Haces bien detallarme esto porque he presupuestado 4,4 millones de euros para el Ministerio de Igualdad para pulseras antimaltrato y me entero que de los 3000 dispositivos comprados solo se han utilizado 225.Creo que he sido bastante generoso, y para demostrarlo, aquí en mi libro rojo, que es el color respetable, no la cursilada del azul del presidente anterior, tengo anotadas algunas partidas:
-6 millones de euros para corbatas y muebles de diseño para la Presidencia Española en la UE, cuyo presupuesto final fue de 90 millones.
-50 millones, nos referimos siempre en euros, en bombillas de bajo consumo.
-193 millones para los sindicatos en 2009, el 80% se lo llevan CCOO y UGT.
-46 millones en carteles publicitarios del plan E.
-20 millones donados a la ONU donde se incluye la cúpula del artista Miquel Barceló para el proyecto de la Alianza de Civilizaciones.
-3 millones en programas en favor de la integración de los inmigrantes.
-45000 euros en tazas de WC de tecnología automática para los urinarios digitales de esta mansión, y decenas de miles de euros para acondicionar la vivienda del ministro de Justicia, también para muebles del despacho de la ministra de la Vivienda y así una lista interminable. Ya sé que el ABC publica que dispongo de 656 asesores y no sé cuantas decenas de cocineros; pura envidia, porque son personas de mi confianza, amistades y familiares.
También en el apartado “Exteriores”, y para demostrar que aquí también he sido generoso, te voy a citar algunas partidas:
-700.000 euros al “fortalecimiento de la policía en Nicaragua”.
- 800.000 euros a la mejora de los derechos reproductivos en Jinoteca (también en Nicaragua).
- 56000 euros para las mujeres chocoanas de Colombia.
-113.000 euros para la Fundación Hijos del Mais de Perú
-117.000 euros para la policía de Bosnia.
-400.000 para los inmigrantes marroquíes en España.
-59.000 euros para “tecnologías de la mujer” en Paraguay.
-50.000 euros a la enseñanza de la marimba en Ecuador. Y así un largo etcétera.
-España es el tercer donante del mundo a Haití tras el terremoto, y somos los segundos en enviar el contingente de soldados al Líbano, y a otros países como Afganistán, siempre en misión de paz. Ya sé que la Alianza de Civilizaciones nos cuesta mucho dinero pero es por una buena causa. Sueño con el día en que se abracen judíos y árabes, y bailen en corro la sardana chinos, rusos, y americanos. Es un reto y eso cuesta dinero.
Hay que demostrar al mundo que somos un país rico, con futuro, y esa imagen tarde o temprano revertirá en beneficio, traducido a dinero, para este país.
-A eso no hago ninguna objeción presi, y permítame que yo barra para mis departamentos, sobre todo en lo relacionado con las mujeres en particular en el de Igualdad, aunque iguales, iguales, sabe que no somos ni anatómica ni fisiológicamente, ni tenemos las mismas necesidades, y en términos de poder, presi, ya sabe que siempre un sexo intentará imponerse al otro. ¿O no?
Yo también tengo apuntado en mi libro rosa, ¿le gusta el rosa, presi?
-Me gusta Marivi.
-Pues como decía, tengo anotado algunos gastos que me parecen excesivos.
-Como cuales.
-Por ejemplo los más de 7000 euros que costó la foto institucional del president Montilla.
-Ya sé, Marivi, que es una suma excesiva pero eso obedece al caché de la fotógrafa que es una artista.
-Pues yo con mi cámara digital le hago las que quiera por cien euros, presi.
- Bueno, Cataluña es una nación, Mariví, aunque en el fondo yo quisiera un autentico estado federal y que cada cual tuviera sus embajadas como las 46 que tiene Cataluña, por lo que su president necesita una foto que realce su imagen
-Y ¿para qué se quieren estas embajadas que cuestan una fortuna al contribuyente si ya existen las del Estado?
-Muy fácil. En estas embajadas pueden promocionar a su país o nación, o estado federal, que con el tiempo llegará .Pueden promocionar sus productos como la butifarra, la calsotada, el cava, el salchichón de Vic, sus excelentes vinos y su cultura como la lengua, los castellets, la sardana, la gastronomía en general, las playas y la “Sagrada Familia”, y con el tiempo los turistas de todo el mundo acudirán a Cataluña ¿Te parece poco?
-Entonces, presi, yo que soy de un pueblo de Castilla podemos promocionar también la matanza del cerdo, la jota charra, la danza del cordón , el farinato, el jamón de Guijuelo, el lanzamiento con la boca del hueso de aceituna…¿No le parece?
-Por ¿qué no?, Marivi, por eso me gustaría un estado federal y cada cual con su embajada podría promocionar sus productos. Por eso cuando recibo al president u otro gobernante catalán, que siempre vienen a por pelas, le ofrezco cava y yo, como soy abstemio, tomo gaseosa que suelta burbujas también y brindamos, que gracias a ellos podemos gobernar y vivir todos bien, Marivi. El güisqui que ves en la repisa es para otras visitas. Sabes que no gastamos un duro en bebidas, todas nos las ofrecen, incluso un gobernante del norte vino con sus anchoas del Cantábrico.
Por eso en las embajadas se pueden promocionar los productos organizando fiestas, por ejemplo… Alcánzame la guitarra, por favor, Marivi, que tengo una idea. Voy a entonar una estrofa a ritmo de rumba catalana en do sostenido mayor.
-Lo de sostenido no lo entiendo, presi.
-Es un semitono por encima a su tono natural. Sostén-ido, Marivi.
¡Huy! que imaginación, presi. Su esposa no debe aburrirse con su humor.
Ahí va:
Con el jamón de Guijuelo
Y una buena butifarra
Con un vinito de Jerez
Y una copita de cava
Disfrutará los placeres
Que solo hallará España
Tran- la- ra- ra,
Tran- la- ra-ra, la-, la
Tacatá- tacatá- tacatacatacatá.
Para ti ,Mariví , y ¡olé! tacatacatacatá
.
-¡Que bárbaro!, presi, ahora ya estoy convencida de la utilidad de las embajadas. Pero… me doy cuenta que no hay embajadoras.
-Nadie tiene embajadoras porque los negocios en las embajadas se gestan en torno a unas copitas, que es cuando la gente se suelta de verdad y por eso, como las mujeres soportáis menos el alcohol no se os puede confiar esta tarea, y por otras causas que se puede imaginar.
-¡Ve como no somos iguales!, presi. Creo, además, que lo de la igualdad se va a esfumar con la crisis.
-No hay crisis, es una desaceleración, Marivi, hay que ser optimista antropológico, como yo. El pesimismo no crea empleo. Somos la octava potencia del mundo, estamos en la Champion Ligue, hemos superado en términos de PIB a Italia, alcanzaremos a Francia, y ojo con Alemania, y tenemos además el sistema financiero más sólido, Marivi.
-¿Se cree de verdad lo que afirma? Presi.
-Si quiero lanzar este mensaje primero tengo que creérmelo yo. A la gente no le gusta que le digas la verdad, sobre todo cuando hay desaceleración.
-Pero corre el riesgo de vivir fuera de la realidad a fuerza de distorsionarla.
-No, para eso tengo mi guitarra.
Tran- la- ra- ra,
Marivi que te vi,
Chis- pún
.
- Y recuerda, Marivi; no hay crisis. Hay que pasar mensajes positivos y anunciar la llegada de brotes verdes. No hay que olvidar que vivimos de los votos y por nuestro bien y nuestro estatus social, hay que convencer al votante de que los tiempos mejores están a la vuelta de la esquina.
-Por mi parte lo intentaré, presi, y gracias por concederme las partidas para mi departamento.
-¿Cuando tenemos la siguiente reunión?
-Dentro de quince días, presi.
-Bueno, pues que disfrutes en Zimbawe, con los gays y lesbianas, que ya es hora que se les considere normales como todo el mundo.
-Lo intentaré y dejaré muy alto el pabellón español.
-Adiós ,María Eugenia de la Fuente Bragada.
-Adiós, presidente de la desaceleración, chis- pún.
Félix.

16 marzo 2012

Piedra soy,y zarceña.

Piedra soy, y por eso quiero contar mi vida; aunque la mía es ciertamente irrelevante. De modo que expresaré más bien el sentir general de mis hermanas.
Algunos dirán que las piedras, como las plantas y los animales, no hablan. Es cierto a medias, porque en nosotras también se ha labrado la historia, y hemos ayudado a desvelar muchos secretos. Y ustedes seguirán

argumentando que plantas y animales tienen vida y nosotras no, y que manifiestan sus sentimientos de una u otra forma y nosotras no, aunque también esto es una verdad a medias. Porque nosotras, las piedras, también sentimos a nuestra manera, incluso sufrimos cuando nos maltratan, y es que, aunque parezca exagerado lo que voy a decir, nosotras las piedras, también tenemos nuestra alma. Es cierto que permanecemos inertes pero no tanto como se cree. Porque cuando se creó el planeta Tierra sí que formamos una masa móvil, que se desplazaba hasta quedar definitivamente petrificada en el lugar que el destino eligió. A mi me tocó residir en el campo y pueblo que ahora se llama La Zarza de Pumareda. Aquí hemos permanecido desde siglos con otras hermanas menos numerosas como la pizarra y la cuarcita que aquí llamáis “rollo”.Yo al pertenecer a la familia del granito gris claro, me habéis elegido para formar parte de vuestra vida, y no me quejo, pues en general, hemos sido bien tratadas. De Las numerosas peñas que cubren parte de este territorio fuisteis entresacando las porciones de piedra que a la postre formarían vuestra vivienda, las paredes de las fincas, los corrales y tenadas, las cabañas, los edificios como la iglesia, el frontón de pelota, el Torreón, los pilares donde abrevaba el ganado y donde os abastecíais de agua, por eso yo me empeño en afirmar que también tenemos nuestra alma. Recuerdo cuando un grupo de personas localizaban una peña, le clavaban las cuñas de hierro y a fuerza de golpes, miles de golpes, obteníais el trozo deseado, algunas veces de varios centenares de kilos. Y aquellas moles las arrastrabais con caballerías o bueyes, y luego ya en su lugar de destino, el picapedrero le daba forma según que fuera para esquina de vivienda, para sillar del campanario, para pesebre del ganado, para cruz del calvario o para el potro de herrar y así podría seguir enumerando una lista casi interminable. Yo tuve suerte y me tocó coronar la espadaña de la iglesia. Y sentir en mis entrañas el sonido de las campanas y las explosiones de los cohetes al anunciar un día festivo, o al celebrar una boda, y el crotorar de las cigüeñas que me alegraban las horas, aunque también estaba expuesta a la ira de algún rayo cuando las tormentas planeaban sobre la torre. Pero en el fondo, cada cual asumimos nuestro destino con orgullo y serenidad. Entonces aquellas piedras antes de llegar a su destino fuimos pasando de mano en mano, y algún descuidado sufrió alguna lesión por una mala manipulación, lo cual lamento, pero en general os aplicasteis con gran esmero para que estuviéramos cómodas en nuestro aposento definitivo.
Sí, de mano en mano pasábamos, miles de piedras, quizás millones, para levantar las cercas de las fincas de cada cual, y nos colocabais y buscabais con esmero el encaje perfecto de unas sobre otras para que permaneciéramos unidas por muchos años, quizás siglos, y cada una de aquellos millones de piedras, año tras año, fuimos pasando por aquellas manos ilusionadas y sentimos el roce y la caricia de aquellos zarceños apasionados por la piedra. De la misma forma miles de veces el picapedrero pasaba su mano acariciando el ángulo que labraba hasta quedar definitivamente realizada la obra. Caricias, muchas caricias. Como caricias eran los pescuezos del ganado sobre el borde del pilar al abrevar, o en el pesebre, o las manos de las lavanderas frotando la ropa en el lavadero público: las “pozas”, donde revelaban no pocos secretos de alcoba, aunque algunas también despotricaban de lo lindo entre jabón y jabón. Caricias, cuando llegada la semana Santa algunas manos generosas acariciaban la cruz. Caricias, cuando al entrar en la iglesia cada cual rozaba el borde de la pila al tomar agua bendita. Caricias, llantos del recién nacido y alegría de los padrinos, cuando el sacerdote administraba el bautizo en la enorme pila de piedra. Caricias cuando levantabais una cabaña, piedra a piedra, que pasaba una vez más de mano en mano, a veces transportada a la espalda desde otro lugar. Y en aquella cabaña os cobijabais y sorteabais la lluvia, y el frío, y las tormentas, y nosotras silenciosas asistimos también a escenas amorosas. Por eso me gusta cuando decís:” mucho ojo, que las paredes oyen”, o” ¡ay si las paredes hablaran!”.Porque testigos mudos hemos sido de muchas caricias. Caricias, siempre caricias. Pero los tiempos cambian y ahora casi no hay bautizos, y la iglesia no es tan frecuentada, ni los abrevaderos; el potro de herrar desapareció, y las pozas de lavar quedaron sepultadas, y las cabañas abandonadas a su suerte, y para remate, aquellas que creíamos por derecho propio permanecer en nuestro pueblo nos expatrían al desmontar las cercas levantadas con tanto mimo, y esas piedras hermanas zarceñas irán a parar a no sé que lugares de España para adornar la fachada de los chalets de gente adinerada.¡Ay! si lo supieran aquellos que nos colocaron en sus fincas con tanto mimo creyendo que seria para siempre. Esto de emigrar a la fuerza es lo que menos me gusta porque pienso que deberíamos tener derecho a permanecer allí donde la naturaleza nos dejó. A pesar de todo, las piedras que han sido llevadas con afán de protagonismo a otros lugares, pienso y espero que también alguien sepa mirarlas, y acariciarlas, aunque nunca sus dueños sepan que ellas son piedras zarceñas.
Y volviendo a lo que afirmaba al principio, después de lo expuesto: ¿Alguien sigue pensando que las piedras zarceñas no tenemos nuestra alma? Félix.













Y despues de tanto amor,

la piedra floreció.