30 septiembre 2010

Los/as mejores ministros/as del mundo

¿ Vaca loca?
En España, de un tiempo a esta parte, tenemos los/as mejores ministros/as del mundo, lo que pasa es que no sabemos valorarlos/as.
Tuvimos que enfrentarnos a la epidemia de las “vacas locas” allá por los años 2000 y 2001 y llegó la ministra de Sanidad del presidente Aznar, doña Celia Villalobos, alegre ella, que lo mismo se arranca por bulerías que por peteneras, dicharachera y cercana al pueblo, y nos advirtió con respecto a la epidemia:” En España existen mataderos clandestinos, sin inspección, que distribuyen carnes sin controles…por lo que recomiendo que consuman carnes con garantía… Le digo al ama de casa que no eche huesos de vaca cuando haga la comida, aunque ya no se venden, sino de cerdo”. Mayor sinceridad y cercanía al pueblo y al ama de casa es imposible. Esta deferencia yo la aprecio muchisimo.Pero yo creía que los mataderos clandestinos de mi infancia habían desaparecido, por lo que se ve hay gente muy apegada a las tradiciones y no quiere deshacerse de ellas, gobierne quien gobierne. Después dijo referente a la leche:”No me cansaré de decir que hay que huir de las gangas, por lo que para consumir leche de plena garantía hay que comprarla en establecimientos legales “.Y digo lo mismo: ¡Qué atención! Siempre advirtiendo, abriéndonos los ojos para no caer como pardillos. Y repito lo del apego a la tradición, ya que en mi infancia los lecheros le echaban agua a la leche y, los vinateros al vino, porque agua había mucha, pero claro, esta perra con que hay que mantener las tradiciones a toda costa ¡es la leche! y en eso la ministra no tiene culpa. Seamos justos. Porque esas tradiciones vienen de atrás, mucho antes de que ella fuera ministra.


" Soluciones habitacionales",baratitas,y sin vecinos.


Y después llegó Doña María Antonia Trujillo Rincón, ministra de la Vivienda, guapa ella también, con un amplio vestuario y una sonrisa de profiden, y tampoco la comprendimos cuando reformó su despacho en el ministerio para tener 77 metros cuadrados disponibles y mobiliario nuevo. Yo la entiendo, porque necesitaba espacio para recibir a mucha gente, no como yo que para mi y mi gatito las “soluciones habitacionales” que ella proponía a 20 y 30 metros cuadrados está muy bien visto, aunque ella tenga, según dicen, un piso de 300 metros cuadrados en Extremadura. ¡Qué menos! , si en Extremadura sobra terreno. Después se puso a regalar 10.000 zapatillas deportivas”Keli Finder” para que los jóvenes se patearan la ciudad en pos de un pisito de alquiler. Tampoco en eso fue comprendida, porque esto tiene un doble efecto para los jóvenes: encontrar vivienda y hacer deporte, que es cardiosaludable y viene muy bien después de hacer el “botellón” Así que se marchó del ministerio sin ser entendida.
El dinero que no es de nadie
Y llegó Doña María del Carmen Calvo Poyato, ministra de Cultura, guapa ella también, muy locuaz, con una nariz calcada a la mía, por lo que no descarto que cualquier día me nombren ministro de Cultura, y nos regaló una colección de frases fantásticas (no podía esperarse menos de una ministra de Cultura) No quiero extenderme en citar todas porque son muchas, pero me quedo con esta:” Estamos manejando dinero público y el dinero público no es de nadie”.Y muchos se rieron de esta aseveración porque no la entendieron. Por eso los miembros y miembras de este y otros Gobiernos se han servido de los servicios públicos; cogiendo un avión para llegar a tiempo a una corrida de toros. o un helicóptero porque una avispa le picó en el campo a la ministra, y aviones para aquí y para allá porque es rápido y cómodo; fiestas comilonas y más cosas porque el dinero publico no es de nadie y como hay mogollón ,lo normal es servirse. Esto no es nuevo pues a Franco le organizaban buenas monterías y más actos lúdicos con dinero de nadie ¡claro! Lo que hacen estos/as ministros/as es simplemente conservar las tradiciones. Para mi, queda claro. La ministra fue una incomprendida.

Llegó la nieve y paralizó España

Y luego llegó Doña Magdalena Álvarez, “Maleni” para algunos medios, ministra de Fomento, con Zapatero, muy bien maquillada siempre, elegantemente vestida, bien peiná, como diría ella, porque le gusta hablar como en su tierra; aunque a veces me cueste entenderla, le alabo el gusto porque a mi también me gusta hablar como en mi pueblo aunque a ella le cueste entenderme, pero esto es España, un país plural dice Zapatero, y singular digo yo. He aprendido mucho escuchándola, por ejemplo cuando dijo:”Antes partía que doblá”…”dicen que hablo mal, pero claro , cuido tanto hablar el hablar que hablo peor porque si hablara como siempre he hablao…y es que pienso más rápido que estoy hablando y entonces se me va el hilo…”O cuando quiso aclarar sobre la borrasca de nieve: “Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no lo pueden predecir, pero si no lo predicen los que lo tienen que predecir, como piensan ustedes que lo vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción.”
Eso es poner empeño para que los ciudadanos nos enteremos bien de tó.
Y dijo muchas más cosas interesantes como estas en su carrera, pero no voy a extenderme en eso. Hubo una nevada en Madrid y le echaron la culpa del caos, y salió en la tele para explicarse como siempre; y en Barajas también se armó un cacao, y salio a explicarlo, y luego se marchó a Rusia, no para hacer turismo, sino para enterarse bien como gestionan los rusos estos asuntos con nieve y frío. Se le han echado muchas culpas; que si se derrumban túneles en construcción, que si se abre un socavón en las obras de AVE, y muchas más desgracias, pero la culpa es de las constructoras contratadas o de las subcontratas de las subcontratas . ¿O no?
Me acabo de enterar que la han nombrado vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones. Estoy seguro que lo hará bien y algo apañará para casa, para España quiero decir, porque es lo que hacen todos; barrer para casa que eso va en el sueldo; a propósito, dicen que ganará 20.000 euros al mes, y otras dietas, libres de impuestos nacionales, bastante más de lo que yo gano al año, a lo que hay que añadir la paga de ex ministra. Creo que se lo merece porque están en esos cargos para servir al país y no para servirse, y eso es muy sacrificado.


Los brotes verdes en la ciudad

Y luego llegó Doña Elena Salgado Méndez, ministra de Economía y Hacienda, dos años más joven que yo, bien peiná como todas, con un vestuario envidiable, aunque no es guapa, posee sin embargo el mayor patrimonio de los miembros del Gobierno, y eso te cambia la cara. Le gustan los lugares bucólicos y por eso se compró una vivienda en Niza, pero es porque no conoce La Zarza, porque desde la loma del Cotorro se divisan las mejores puestas de sol, y la salida de la luna luego, y se ve la torre y la cigüeña, y Portugal, y cuando florecen los almendros, y la Osa Mayor, y la Vía Lactea,y las lágrimas de san Lorenzo y muchas más cosas. Y dijo en mayo de 2009:”En una semana se verán los brotes verdes de la recuperación económica”.Y también se mofaron de ella. Y tenia razón porque en el huerto de mi padre surgieron brotes verdes y hubo tomates, pimientos, berenjenas melones etc. y hubo frutos para toda la familia, y para ofrecer a la señora María, mi vecina, y a más gente y eso era la recuperación económica a escala nacional a la que aludía nuestra ministra con mucha razón.Y tampoco fue comprendida.

Una de las ideas deslumbrantes para ahorrar energia

Y después llegó Don Miguel Sebastian, ¡por fin un hombre!, ministro de Industria, y de más cosas, y nos encandiló con el regalo de dos bombillas de bajo consumo para el hogar. Además sugiere, para ahorrar energía, circular en bici y comprar coches eléctricos. Yo ya me he pedido un coche eléctrico para los próximos “Reyes Magos”, pues ya tengo bombilla y bici. Y sin embargo también ha sido criticado a pesar de estas medidas brillantes. Así somos los españoles de ingratos.
Sigo manteniendo que hemos tenido y tenemos los /as mejores ministros/as del mundo. Ahí está la ministra de Igualda, y más que se me olvidan.
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Sinceramente, no veo a ningún ministro europeo ocupándose de los huesos de vaca o de cerdo y de las amas de casa, o dando tantas charlas en la tele para deleitarnos con su prosodia como Doña Magdalena Álvarez, ni informarle a la gente que el dinero público no es de nadie, ni advertir de los brotes verdes en primavera, ni regalar zapatillas ni bombillas a sus ciudadanos. No los hemos comprendido y por eso sospecho que se acabaron los regalos.
Ahora, yo sugiero a los jubilados que son unos 8 millones, que se unan para defender sus intereses, que 8 millones quitan y ponen presidentes a la hora de votar, y pedir, si quieren el voto, que como ya no andan en busca de piso y no necesitan por tanto zapatillas Keli Finder, que a cambio, la ministra de Sanidad conceda la gratuidad de los gastos por gafas de visión y por los gastos dentales (prótesis y resto de cuidados). ! Ah! y dos bombillas más para completar cocina, sala de baño. dormitorio y salón. ¡Qué menos! Pues como son de larga duración aguantarán una legislatura, o sea; cuatro años. Después ya veremos.
Nuestros/as ministros/as son los mejores del mundo y con esta estirpe de políticos podemos dormir tranquilos .Yo no lo dudo .Félix.

14 septiembre 2010

Recuerdo a José Luis

El sol caminaba hacia el horizonte y alumbraba los jugosos racimos de uvas de las viñas del entorno por donde circulabas con tu moto, tranquilo, como siempre, y de repente surgió la tragedia inexplicable empañando la tarde serena. Y nuestro pueblo una vez más, en este año aciago, se vistió de luto. Cuando me enteré del suceso por boca de Vicente, en su tienda, no pude reprimir un taco de rabia y dolor; porque éramos quintos y por tanto crecimos a la par, y juntos aprendimos los rudimentos de la vida; primero en la escuela de párvulos y después en la “grande" , como decíamos.
Y más tarde os mudasteis de casa y fuimos vecinos para compartirlo todo. Y un día los Reyes Magos te trajeron una armónica, y yo te escuchaba embelesado, y me la dejabas para que sintiera las vibraciones mágicas de la música al soplar. Hasta que un año, los Reyes me trajeron una y tu me enseñabas:” sopla así, después sopla pa rriba, así,” hasta que conseguimos entonar a dúo rancheras y pasodobles que a veces se entremezclaban con las esquilas de las ovejas al cruzar nuestra calle. Y seguimos creciendo y conseguiste el acordeón que tanto soñabas, mientras yo añoraba una guitarra que con los años llegó. Temprano nos unió la pasión por la música.
Y todos los quintos marchamos con nuestra juventud en pos de una vida mejor en la ciudad; tú en Madrid y después en Barcelona, yo en Paris.
Y regresamos al pueblo de vacaciones, y tu disfrutabas con el acordeón y yo escuchándote. Y pasaron los años y coincidimos en la mili en el cuartel de Caballería en Salamanca. Allí pasamos largos ratos recordando nuestro pasado y hablando de nuestras cosas entre chato y chato de vino. Y pasaron muchos años más y regresamos al pueblo; tú, definitivamente; yo, alternado con estancias en la ciudad. Y mira por donde, Jose Luis, el azar quiso que el otro día nos encontráramos inesperadamente en el centro de Salud de Aldeadávila; tu como usuario y yo como profesional sanitario y te atendí lo mejor que pude. ”Quien nos iba a decir, Jose Luis, cuando chavales ,tocando la armónica, que un día te iba a atender como sanitario.” “Anda, pincha y hazlo bien,” me dijiste, y entre broma y broma reímos un rato y volvimos a hablar de nuestras cosas… ¡qué pena…!por última vez. Y hace unos días, mi padre acudió a nuestro Centro de Salud seguido por el gatito fiel que aun está creciendo y tú, como vivías al lado, entraste en casa y le trajiste unas galletas que se comió en tus brazos. Ese eras tú: bonachón, persona de talante pacífico y de paz inquebrantable.
Hoy a pesar del dolor, me queda el consuelo que en esa otra vida que nos espera a todos, ajeno ya a las preocupaciones terrenales, habrás vuelto a entonar las melodías de siempre, y yo seguiré por los caminos que me toque transitar escuchando tu acordeón como lo hacías sentado en el borde le la ventana de tu casa o a la sombra del castaño indio, y sonarán como nunca en mis oídos aquellos pasodobles mágicos que salían de tus dedos como:”Suspiros de España”, y la “Campanera”.
La música que nos unió, nunca nos separará, querido amigo de siempre, querido José Luis del alma. Félix

05 septiembre 2010

En un ambiente tropical



Me estuve preguntando si lo que voy a escribir merecía la pena publicarlo en el blog. Después me dije: ¿por qué no? Así que este es el tema; una de esas anécdotas diarias que te surgen y que te dejan un rato pensativo.
Yo vivo en la selva. Bueno, quizás exagere y seria más apropiado decir que vivo en una zona tropical, en Madrid, sí, en la zona de Cuatro Caminos, que es algo así como el Caribe, lo que en sï no es ni bueno ni malo. Es cierto que a veces soy el único blanco de los paseantes en mi calle, y también es cierto que la variedad de las habitantes (porque me fijo más en ellas que en ellos) me resulta, cuando menos atractivo, pues estas chicas mulatas, exhiben con alegría sus tetas y culos, con perdón, tal como la Naturaleza las esculpió, a lo que ellas añadieron una sobredosis de su saber culinario, dando como resultado la exageración de algunas curvas, de lo que no me quejo. Esta variedad casi infinita en los volúmenes y las formas es lo que más me atrae: formas que van desde la modelito de pasarela hasta las damas enormes en todo, tan apreciadas por Federico Fellini, en gran abundancia por aqui. ¿Y por qé no cuidan su línea? Alguien me dijo que en el Caribe, especialmente los dominicanos, son muy sibaritas, y por eso estos resultados. Pero ellas no se acomplejan, y me parece muy bien, porque no hay por qué estar en contra de los michelines, pues lo bonito está en la variedad. Si en invierno los senos, vamos a decir así, desbordaban el cauce (ya le dediqué un relato), ahora con estos calores andan bastante desparramados, ofreciendo su color café con leche, o con más leche o más café, según el mestizaje, y siempre de una belleza sublime. Lo decía, la variedad es casi infinita, y es una suerte no tener que atravesar el Atlántico para disfrutar de estos atributos. Los traseros, vamos a decir así, los hay altos, bajos, respingones, provocantes, mareantes, desquiciantes, con ritmo o insulsos, por citar solo algunas de las variantes que se pasean por estos lares.
Y tras esta introducción voy a presentar la protagonista de este relato.
Acababa de atravesar el paso de peatones que une el mercado de Maravillas, en mi zona, con la acera de enfrente, cuando se presenta ante mí una dama, como tantas otras de tez canela, de entre veinticinco y treinta años. Hola, me dice con su acento caribeño tendiéndome la mano abierta. Yo alcé la vista para mirar su cara y su expresión casi infantil que reflejaba su mirada triste y preocupada. Vestía un pantalón de un tejido fino y ajustado que daba forma a cada pliegue caprichoso de la celulitis. Sus formas monumentales y bien trazadas, pues a pesar de que me sacaba dos palmos y pesaría el doble que yo, o sea unos 140 kilos, su cuerpo destilaba una cierta gracia.
¿Me da algo para comer?, me dijo mirándome con cara de pena. “¡Joder con la tía, me pide algo para comer!” Admito que me rompió los esquemas, me quedé desconcertado. Solté una carcajada por lo cómico de la situación. Sin embargo, mientras avanzaba, me arrepentí de mi reacción. ¿Y por qué no podía verse obligada a pedir para comer aunque su cuerpo almacenara reserva para un mes? Sabemos que hay mucha gente en paro y sin recursos, pero no es menos cierto que su exagerado sobrepeso incitaba a la mofa al pedir comida. Estos son algunos de los inconvenientes al darse a los placeres culinarios acostumbrando al cuerpo a la abundancia en exceso.
Proseguí mi caminar por esta ancha calle de Bravo Murillo. En esta zona, a falta de parques y salas de cine, algunos suplen esta ausencia sentándose en los bancos para ver cómo estas chicas pasean sus cuerpos sin camuflaje, sin trampa, embutidas a menudo en unos pantalones tan finos y ajustados que es lo mismo que si fueran transparentes, exhibiendo igualmente unos generosos escotes, dejando, con estos calores, los botones de la blusa desabrochados quedando a su libre albedrío estos atributos femeninos que nos muestran tan generosamente sus infinitas formas, su textura y color, esencias tropicales de esta juventud. Y para remate viene esta chica sobrada de sesenta kilos y me pide algo para comer. ¡Hay que ver!
De todos modos es un lujo poder disfrutar del ambiente tropical descrito sin moverte de casa. Es la otra cara de Madrid. Félix.