01 noviembre 2009

Siempre con mi primo Adolfo.

































Un año más, Adolfo, vuelvo a recordar lo que tu decías en este día de Todos los Santos: ”hoy no es el día de la muerte sino de la vida” y por eso lo recuerdo. Como bien decías, no necesitamos un día para recordar porque cada cual lleva el recurdo, su recuerdo, en su caminar, en su reposo, en su labrar el día a día, y con él vamos haciendo camino. Este día es por tanto un alto en nuestro tansitar, para reflexionar y proseguir la vida con nuevas esperanzas, no para entristecernos, aunque a veces nos pueda el desaliento. Así lo considero yo y por eso te recuerdo, para seguir con el ánimo alto porque a ti te gustaría vernos así, porque de ti lo aprendí, porque aprendí de tu ejemplo que lo más importante de la vida lo tenemos a nuestro lado, en nuestros seres queridos; padres, hermanos y, que al final, por muchas vueltas que demos al mundo en pos de una felicidad superior ,al final, nada supera a lo cotidiano que vivimos bajo la protección de los padres, a los abrazos, también a las regañinas necesarias y así fuimos creciendo hasta comprender que eso es lo verdaderamente importante sobre todo cuando ese cariño prevalece hasta el final.
Por eso y por muchas cosas más, quiero recordarte en este día, y quiero hacerlo con tu palabra, que es la forma más bonita de estar contigo.

Y decías así: ”Cuando me queda la palabra, me queda todo. Me queda el suspiro, que es pasado y futuro, y la palabra se encarga de hacerlo presente.
Me queda el recuerdo que es tu presente en cada presente. Me queda lo bueno y lo no tanto, lo hecho y lo por hacer, lo vivido y lo que me falta.
Porque me queda la palabra, me quedas tú, para escucharla; me queda tu mirada para verla y tu sonrisa para aceptarla. Y así, con la palabra que me queda, me iré haciendo día a día, té iré haciendo día a día, eternamente nos iremos haciendo.

Me quedas tú, la palabra, dos palabras en una, una palabra en dos, dos emociones en una, una eternidad en dos tiempos, uno ya cumplido, el otro por cumplirse. Por eso me sigue quedando la palabra que va significándose a sí misma hasta que la rubrique del todo”

Esto lo decías tu, palabras de amor a tu hija que muy temprano nos dejó, palabras que las hago mías hoy, recojiendo esa palabra tuya, tan clara y tan limpia, tan generosa y profunda.
Por eso seguiremos unidos, porque cuando leo una frase tuya, estoy contigo, porque en cada frase hay un gesto que veo, una satisfacción o un descontento que se expresa y un recorrido en el tiempo que sigue vivo, porque nada podrá romper ni eclipsar los momentos que compartimos.
Por eso lo recuerdo hoy en este día de Todos los Santos, en este día de la vida, en este caminar donde los muros no existen mientras exista la palabra, tu palabra.
Y para que florezca siempre tu palabra, para que se eternice en quienes te llevamos dentro y para que tu mensaje siga tan fresco y tan vivo, he recogido estas flores que compartimos antaño y que seguiremos compartiendo, estas flores que son nuestros pasos, el color y el perfume de nuestra tierra, el fruto de los campos que labraron nuestros abuelos y que cada primavera el campo lo agradece así; con el color y el perfume de la propia vida.

Estas flores peregrinas
entre la tierra y el cielo
son primavera perenne
son tu alma y mi consuelo.

Quiero que estas flores silvestres
de nuestro campo zarceño,
que tuviste entre tus manos,
que albergaron tantos sueños
te acompañen para siempre
en ese mundo sereno
que con tu amor alcanzaste
aquí en la Tierra
hoy ya en el Cielo.
Querido Adolfo del alma
Querido Adolfo nuestro.

Félix.

4 comentarios:

Manuel dijo...

Hoy más que nunca esta entrada hace honor al título de tu blog:
COLORES y AMORES de mi tierra.

Colores y amores de tu tierra y tus seres queridos.

-Manolo-

Anónimo dijo...

Félix, impecable este póstumo homenaje a Adolfo. Manejando los recuerdos y los tiempos. Como ya te dije en cierta ocasión, Adolfo que estará donde sólo anidan los buenos sentimientos, estará orgulloso de ti. Un abrazo Salva

Anónimo dijo...

Felix,querido primo,el alma me decía que hoy recordarías a Adolfo,por eso en el momento que he tenido para poder coger el ordenador he ido a tu blog,y despues de ese desahogo natural y humano de llorar y llorar ya serena ,no puede dejar parsar ni un momento más para decirte GRACIAS PRIMO, ciertamente que mi hermano estará orgulloso de Tí, de to cariño,de tu recuerdo,de tantas cosas....,ya te mandaré un email,no me canso de leerlo,una otra,infinidad de veces,me llena,hay tanto sentimiento y tanto cariño...TU PRIMA rosario Carreto

Anónimo dijo...

Gracias por vuestros comentarios como siempre reconfortantes.Adolfo ha sido y será para mi un referente,un ejemplo de los que te animan a seguir con el ánimo alto sabiendo que son las personas como él las que contrarrestan la vilgaridad y el todo vale del mundo que nos rodea.Él iba a lo profundo del ser humano a resaltar su alma tanto en lo religioso como en lo pagano haciendo hablar esas piedras de los castillos ,de los acueductos y otros monumentos en
su "Castilla en el alma",por ejemplo.Adolfo llevaba el alma de un pueblo o de todos los pueblos pero sobre todo era el alma de nuestra familia,como en su momento lo fue nuestro abuelo Angel al que ambos admirábamos y el que supo, sin pretenderlo quizás ,transmitir esos valores de los que uno se siente orgullosos de poder comparir
e intentar humildemente transmitirlos a nuestros descendientes.Adolfo fue inmenso en su sencillez,y siempre nos quedará esa dimensión tan dificil de alcanzar.Saludos .Félix.