01 noviembre 2010

Recordando a mi primo Adolfo


“Hoy no es el día de la muerte sino de la vida” (Adolfo Carreto)



Aquí seguimos, querido primo, caminando, unas veces con alforjas llenas, otras vacías, y también sin ellas, ligero de equipaje cuando las circunstancias lo exigen.
Decías que no necesitabas un día para recordar porque cuando se quiere se quiere siempre, y es verdad, pero este día para el recuerdo de los seres queridos que nos dejaron, nos obliga al menos a hacer un alto en el camino, una pausa en este mundo ajetreado que nos toca vivir.
El tiempo no se detiene y hace ya dos años que nos dejaste, pero solo físicamente porque el recuerdo perdurará.

Seguimos caminando unidos por unas convicciones, por las que tanto luchaste para intentar que la justicia llegara allí donde estaba ausente: a los olvidados, a los marginados, a los que no tenían voz. Y a este respecto, querido primo, todo sigue igual; las cosas se repiten, las generaciones pasan y cometen los mismos errores y caen en la trampa tendida por los mercaderes de la política que dirigen los destinos de los demás, cuidándose mucho de proteger los suyos. Qué te voy a contar que tú no sepas, si este camino lo anduviste ya y te posicionaste decididamente del lado del más débil. A veces pienso que de nada sirve predicar, que es perder el tiempo, pero luego caigo en la cuenta que el tiempo mejor perdido es el que le dedicas a los demás, y comprendo mejor el tiempo que le dedicaste desde siempre a las victimas de tantos abusos, porque tu voz llegó a ellos a través de la radio y de la prensa escrita ,o escribiendo más de un libro para denunciar tanto oprobio, tanto desprecio y ,posicionarte a su lado , eso hizo que la justicia, aunque timorata, se acordara de ellos aunqe luego los olvidara de nuevo. Por eso pienso que es una batalla constante, porque las cosas no cambian en el fondo. Tú fuiste fiel a tus convicciones y tu ausencia como la de otros compañeros tuyos de igual ideario, algunos también ausentes, es suplida por otros que piensan igual, y continúan con la misma misión, y esa es mi esperanza; que la justicia tantas veces ausente sea obligada a actuar. Pero no es menos cierto que, paralelamente, los que cometieron tantos abusos, unos ausentes, otros no, también han encontrado sus sustitutos y por eso las cosas en el fondo nunca cambian.

Mal pinta el panorama, querido primo, por esta España que nadie sabe hacia donde va, lo mismo que en tu Venezuela querida, con tanto despotismo.

Tengo entre mis manos tu extraordinario libro:”El pecado de ser pobres” que escribiste hace más de treinta años, y me detengo en un párrafo donde aludes al lamento prolongado de Job que el relato bíblico describe así:


¿Por qué el Todopoderoso no se entera de lo que sucede y sus fieles no comprueban su justicia? Los malvados cambian los linderos, roban el rebaño y su pastor. Se roban el burro de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda. Se arranca al huérfano del pecho materno, se toma en prenda el hijo del pobre. Los mendigos tienen que apartarse del camino, todos los pobres del país han de esconderse .Como los burros salvajes en el desierto, salen a buscar su alimento porque, trabajando todo el día, no tienen para sus hijos .Salen de noche a segar el campo y a vendimiar la viña del malvado.Pasan la noche desnudos, sin tener qué ponerse, sin un abrigo contra el frío. Están empapados por la lluvia de las montañas, sin tener donde guarecerse se sujetan a las rocas. Andan desnudos, sin ropa, y sienten hambre mientras llevan las gavillas. Con sed mueven el molino para exprimir el aceite y pisan la uva de los lagares. En la ciudad, gimen los moribundos, y los heridos piden socorro. Pero Dios no atiende a sus súplicas”.
“Este canto desesperado de Job nos muestra la radicalidad absurda de la pobreza. Es la miseria en su forma descarada. Pero como una primera aportación ya podemos sacar algunas conclusiones. Y la primera conclusión es que la miseria tiene una causa. Y que esa causa es la injusticia. La segunda conclusión es que hay dos clases de personas: los míseros y los causantes de la miseria. El relato de Job está planteado en términos totalizantes y en términos concretos. La miseria es un estado provocado. ¿Provocado? ¿Por quien? (…) La causa de la miseria es la explotación. Y quienes sufren esta explotación son: los pastores, los huérfanos, las viudas y los trabajadores en general. La queja de Job es justa: ¿Hasta cuando? ”

Honda reflexión, querido primo. Esto y más cosas están escritas en la biblia desde hace miles de años y tu las desmenuzas para mostrarnos lo que muchos no quieren ver, porque es molesto, porque vivir en la opulencia es la consecuencia de que otros vivan en la pobreza. Cierto es que la ciencia y la tecnología nos permite vivir más años y disfrutar más de la vida, aunque a medio mundo no. Cambian las formas pero no el fondo que es lo importante, porque eso solo cambiará, a mi entender, cuando la mente del ser humano haya cambiado, si es que dentro de unos miles de años ha cambiado, pero soy bastante escéptico.
Digo que las cosas no han cambiado sustancialmente, al menos en el fondo, desde hace miles de años, porque el relato de Job es de actualidad.
Hace miles de años que los griegos inventaron la democracia y nosotros la disfrutamos solo desde hace unos treinta y mira por donde esto se desmorona como en el tiempo de Job. La corrupción en todas su formas nos asedia, desde la costa” Malaya” hasta la gallega. Y solo nos enteramos de una parte. Y aparecen implicados miembros de todas las instituciones del Estado, y la Iglesia no se libra con sus escándalos de pederastia y otros por aquí y por allá. Alguien dirá: es que así es la condición humana. Ya, pero repitiendo el lamento de Job: “¿Por qué el Todopoderoso, en este caso terrenal, no se entera de lo que sucede…?”¿Qué medios pone para que esto no suceda? Y vemos que el lamento de Job, que es el de los curritos sigue vigente. Y los curritos se van al paro por cientos de miles, y Cáritas atiende en un año a un millón de personas desprovistas de todo, y en las puertas de las iglesias los domingos hay mendigos, de los que ya hablabas en este libro hace más de treinta años. Mientras tanto, los banqueros siguen engrosando sus cuentas, y otros siguen organizando monterías de lujo, donde acuden en coches de lujo, para terminar en banquetes de lujo.
Nunca la tecnología permitió crear tanta riqueza y almacenar tantos miles de millones en tan pocos años ¿Donde ha ido ese dinero? ¿Quien lo retiene para que ahora nos digan que hay que apretarse el cinturón por no decir que toca pasar hambre? ¿Por qué? Y termino repitiendo tu interrogante: ¿Hasta cuando?
Qué te voy a contar que tú no sepas, querido primo, si este camino ya lo anduviste tú, y conoces de sobra cada recodo, y cada cuesta, y cada llano.
Así vamos caminando, querido Adolfo del alma, y así te recuerdo yo en este día. Félix

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos,
-Manolo-

Salva dijo...

Félix, totalmente de acuerdo, tanto con los lamemtos de Job como con las reflexiones de Adolfo.
En esta jungla, donde dominan los de siempre y que manejan y manejarán los hilos de la humanidad para seguir con sus privilegios.
Lo malo de todo es que parece que el personal lo ve como algo normal. Escuchamos o leemos en los diarios que la señorita tal(cargo político)cobra en un día lo que un parado en todo el mes. Y tienen el morro de vanagloriarse de que esos datos se saben porque es transparente en su declaración. ¡Que graciosa y que poquita vergüenza!, el que no se justifica es por que no quiere. La cosa es soltar verborrea para apaciguar los ánimos y evitar la crispación entre los que las pasan canutas.
Y los del otro bando, tres cuartos de lo mismo. Se comenta por aquí que la mujer del presidente Montilla tiene nueve cargos. Así no me extraña que haya tanto paro. Si que le salió hacendosa la señora. No me gusta el panorama y pienso, como ya he dicho en alguna otra ocasión, que habría que votar en blanco. A ver si de este modo se les cae la cara de vergüenza y recapacitan. Lo saben, pero como nunca se puede generalizar, piensan que la feria va con otros, que no se refieren a ellos. Y da igual. Que poquitos hay en política con vocación de solucionar y ayudar.
Esta mañana fui a un barrio marginal de Tarragona para ver unos trabajos y me sorprendió ver a una fila apiñada de gente, tal y como si fuesen a ver alguna buena película o un concierto, aún no eran las nueve de la mañana, le pregunté al compañero que iba conmigo:
"¿que hace toda esa gente esperando en la acera tan temprano?-le pregunté.
- Es la cola del paro, han montado una oficina aquí para que no se vea esto en la ciudad- me dijo.
La verdad, me dio un poco de pena, la gente estaba como avergonzada y rehuían nuestra mirada.
De todos modos siempre ha habido gente brillante que ha dado la vuelta a la situación. Confiemos en conciencias nuevas donde su horizonte no sea acumular dinero a costa de lo que y de quién sea.
Un abrazo. Salva

Anónimo dijo...

Es tremendo lo que ocurre.Es un insulto permanente a la dignidad del ser humano.Lo que comentas del paro,que los relegan al suburbio para que no sean molestos a la vista "tan sensible" de quieness los explotan,es más de lo mismo,porque cuando se casó el Principe en Madrid ,a los indigentes que merodeaban por donde no "debian",los metieron en vehiculos y ¡hala!pa Guadalajara, que alli hay mucho sitio.Y se podrian citar ejemplos hasta la saciedad. todo esto es nuestro "Muro de la Vergüenza".No hace falta ir a Palestina para ver barreras y muros sociales.
Montilla es un ejemplo de la ceguera o el desprecio llevado al extremo.O sea, pido votos a los de mi tierra y luego les pongo multas si se expresan en los rótulos en su lengua materna,la mia tambien.
Siempre se ha dicho que no hay peor nacionalista que el que procede de fuera. Es el colmo del disparate.Estoy de acuerdo;ante tanto abuso solo cabe el voto en blanco.Un abrazo.Félix

Anónimo dijo...

Querido primo,el día dos rápidamente entré en tu blog, porque sabía inequívocamente que no pasarías por alto este dia sin recordar a Adolfo,y así fue, tu escrito inmejorable, tu lectura de su libro de lo más sabroso en el más amplio y profundo sentido,yo tambien estoy totalmente de acuerdo, los privilegios siguen y siguen...y el darnos cuenta y el plasmarlo como tu haces en el blog es una forma tambien de protesta y lucha, y un granito de arena, pues el leerlo ayuda a seguir con la disconformidad de tales comportamientos, viene como anillo al dedo la canción " si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escoba, si yo tuviera una escoba, cuantas cosas barrería", y anda que no hay cosas para barrer... si enumerásemos... y no es que caigamos en el pesimismo sino que se hace realidad el dicho de que la realidad supera a la ficción o ¿no?.
Un abrazo. Rosario Carreto