Cuado hablamos de esclavitud, a menudo pensamos, como paradigma, en los negros que fueron vendidos por los suyos, para viajar encadenados hacia los países “civilizados” de las Américas.
Pero hete aquí, que las cadenas han sido sustituidas por otro tipo de cadenas, más sutiles, incluso invisibles, pero cadenas al fin y al cabo.
España ha sido secularmente un país de emigración y esta característica nos sigue como nuestra propia sombra. Sin embargo, nos liberamos de esta losa (momentáneamente) y nos convertimos en país de acogida de emigrantes entre mediados de los noventa hasta la llegada de la crisis. Y comenzaron a llegar por tierra, mar y aire sin control alguno, o casi, ni sanitario ni de domicilio, algo impensable en nuestro caso en los países de acogida, cuando emigramos a Europa en los años sesenta.
Y esta afluencia descontrolada propició la nueva esclavitud: Inmigrantes negros africanos llegaban en pateras, algunos nunca llegaron, y fueron explotados en el punto de partida por los mercaderes de personas, y muchos también en el país de llegada al carecer de papeles. Y con esta llegada masiva, los españoles descubrimos entonces lo que es una cama caliente, y un piso patera, que es otra forma de esclavitud, y aparecieron los Latín Kings, y los Ñetas y otras puñetas, las cárceles se masificaron y para rematar la faena, en Madrid asistimos atónitos un día de tantos, en pleno mediodía, al ajuste de cuentas a balazos en una céntrica terraza; y brotaron como champiñones parques temáticos en Madrid y otros lugares, siendo el currito de a pie quien pagaría este desaguisado ruinoso, aunque preferiría no darse por enterado . Era la España de la opulencia y del consumismo, la del desbarajuste y el derroche, la del delirio de grandeza donde infinidad de trabajadores, en esta nueva forma de esclavitud, cayeron en la trampa tendida por especuladores de todo pelaje, cavando su tumba laboral sin sospecharlo.
Entonces llegó don Jesús Caldera, paisano salmantino, y dijo: “venga, papeles para todos”.Y se produjo el efecto llamada y volvieron a poblar este país, como si fuéramos la Madre Teresa del mundo, ni se sabe cuantos más sin papeles. Desastre monumental que abocó a miles de inmigrantes a errar por la piel de toro para subsistir, con el consiguiente riesgo de explotación, de contraer, desarrollar o transmitir enfermedades, mentales entre otras, por el desarraigo y, en muchos casos, abocados a la mendicidad y a la delincuencia.
Los medios de comunicación que son la voz de su amo, hacen “su trabajo” y nos repiten hasta la saciedad que los subsaharianos llegan a nuestras costas huyendo del hambre.
Primera observación: los denominan subsaharianos, (término tan hipócrita como falso) en lugar de negros, o de raza negra, pues por debajo del Sahara existen poblaciones de blancos nativos de origen europeo, o sea que hay subsaharianos blancos. Este eufemismo, subsahariano, es un invento de los países ricos, europeos y americanos para lavar su mala conciencia, pues ellos, con la complicidad de los gobernantes corruptos locales, son los responsables de su pobreza.
Segunda observación: Los negros que llegan en pateras no huyen del hambre, simplemente pretenden legítimamente poder disfrutar del mismo nivel de progreso y confort que nosotros. Yo no he visto en las imágenes cuando llegan a las costas, aparte de la lógica fatiga y angustia de la travesía en el mar, que lleguen desnutridos –lo que me alegra- después de un viaje de cientos o miles de kilómetros y varios meses de travesía del continente africano. Eso cuesta mucho dinero y los más pobres no pueden emigrar, simplemente por carecer de recursos para pagar a los pasadores sean mafias o no. Los que emigran son los mejores formados, una fuerza joven, instruida suficientemente y, vital para el progreso de sus países. La sangría de este precioso capital humano deja exangüe, por lo tanto, a estos países para recuperar su autentica autonomía a través del progreso.
En consecuencia, esos países explotados por los occidentales esquilmándoles sus materias primas y enviándole a cambio los residuos tóxicos, vendiéndoles armas para que se maten entre ellos, siempre con la complicidad de sus gobernantes corruptos, nunca podrán, en este contexto, levantar cabeza.
Es la otra cara de la esclavitud sin cadenas. La esclavitud moderna. La de los mercaderes de personas ahora más formadas, pero que son explotadas y engañadas igualmente.
Y llegamos de nuevo a la España emigrante. Ahora sin maleta de cartón atada con una cuerda para que no se escaparan los sueños. No, ahora se viaja con el ordenador bajo el brazo porque los países europeos solo necesitan gente bien formada. Emigrantes de categoría, pero emigrantes al fin y al cabo, que se ven obligados a marcharse de su país donde las secuencias de la vida de antaño se repiten con sangrante ironía, aunque solo las formas cambien.
¿Somos emigrantes porque somos españoles? Yo lo creo firmemente.
Es una consecuencia de la mentalidad de quienes gobiernan en todos los estamentos de la sociedad .Porque no es lo mismo ser emigrante por placer, como una opción libre, como el caso de franceses ,alemanes etc, que por necesidad, como el nuestro, y como consecuencia de políticas desastrosas.
Como los africanos, los españolitos han sido engañados por sus propios conciudadanos, gobernantes y otros representantes institucionales cuyo sacrificio son la buena siestita, la tapita y la caña, y el buen rollito. Pero como hay muy poca gente trabajando de verdad para mantener a tanto vividor, pues la vaca lechera se agota y no da para más, y aquellos que trabajaron duro y con buena fe creían en la bondad de una España próspera y democrática, se despiertan ahora de este desagradable sueño.
Me encuentro en el despacho de la señora Merkel, Cancillera alemana. Enfrente de ella, se encuentra un subordinado suyo. Yo asisto en un lateral de la mesa a las conversaciones entre ambos. Ni siquiera me pregunto qué pinto yo allí.
-Franz, quiero que examines esta lista de puestos de trabajo que podemos ofrecer a los extranjeros, le dice la cancillera entregándole un fardo de folios. Necesitamos ingenieros, arquitectos, especialistas en medios de comunicación y un largo etc., añade, pero sabes que solo admitimos los mejores, los que tengan un curriculum brillante, que para mediocres ya nos sobra con los nuestros. Puedes organizar el reclutamiento como mejor lo veas en España, en Portugal y los países mediterráneos, aunque el grueso, sospecho por la información que tengo, serán los españoles.
La primera luz del día se cuela por la ventana y me despierto. No entiendo a qué demonios viene este sueño porque, conscientemente no tengo ni la intención de emigrar, ni la necesidad, afortunadamente. Ya pagué mi tributo al país hace cuarenta y cinco años, lo cual me permite, tras cuarenta y cinco años cotizados para mayor gloria de los gobernantes, ver ahora los toros desde la barrera.
Pero sigo hurgando en mi mente y encuentro una relación que sospecho es la responsable: Hace unos días recibo un mensaje en mi móvil de un Corporación de Enfermería ofreciéndome trabajo en Alemania.”¡Ya está, eso es! ”me digo, no me dejan estos… ni siquiera dormir a gusto. Que le den. Que se vayan ellos. Pero ellos no se irán, como mucho organizarán las partidas para que se marchen los demás, porque para eso ocupan puestos de mando y ellos dirán que se lo han currado. ¿Currado? ¡Ay! si yo pudiera hablar como en un país verdaderamente libre. Eso si, sacarán pecho con esa aureola de vanidad tan española, convencidos de la “buena” labor que desarrollan en beneficio (¿) de sus conciudadanos.¿Quien es el mayor beneficiado? ¿Los que se largan o el que cobra la comisión tan ricamente para que se larguen? Esto es calcado a la expedición que me tocó vivir en 1967 camino de Suiza. Los organizadores vivían muy bien, en parte gracias a nosotros. Cambian las formas pero no el fondo.
La señora Merkel tiene razón: hay que contratar los mejores y le faltó añadir:porque además nos salen gratis.Y es que, por ejemplo, la formación de un ingeniero nos cuesta a los contribuyentes unos cincuenta mil euros. Pero como somos un país rico despreciamos el talento y tiramos el dinero por la ventana, y como aquí el derroche de los gobernantes, y la mala gestión de nuestros dineros no es delito y no está perseguido, pues ¡ancha es Castilla!
He visto infinidad de ofertas de Eurodes y otros organismos de la UE. Tras leer el tipo de oferta y el salario que ofrecen me quedo atónito. Tanto Alemania como Francia, Holanda, etc, ofrecen para empleos menores como cocinero, pero también enfermería, unos salarios miserables, casi idénticos a los nuestros por lo que deduzco que se trata de negreros de esos países que, obviamente, no encontrando allí a nadie que acepte trabajar por esos salarios, intentan con los negreros de aquí, previa suculenta comisión, reclutar gente necesitada. Es la nueva forma de esclavitud. Bien organizada, con cara amable. Sinceramente, para ese viaje no necesitábamos alforjas.
Desde que ingresamos en la UE nos han llovido miles de millones, primero de pesetas, después de euros para que, bien gestionados, nadie volviera, entre otras cosas, a verse obligado a emigrar, para que tuviéramos la mejor formación profesional, han llovido millones a raudales, y ¿qué queda de eso?: la peor y más deficiente formación profesional, de la UE. ¿Donde ha ido el dinero? ¡Ay!, la picaresca (¿o delincuencia?) española, qué bien funciona.
Por lo que me toca, el Colegio de Enfermería, publica en su revista mensual el déficit de enfermeras y médicos que tenemos con respecto al resto de países de la UE. ¿Y qué hacen ellos para forzar a nuestros gobiernos a que contraten unas cincuenta mil enfermeras para equipararnos en el ratio de otros países? Nada. Sí, ayudarnos a buscar, como intermediarios, un empleo fuera. Y se quedan tan anchos. Lo mismo digo de los sindicatos. Unos y otros defienden sus intereses. Este es solo un botón de muestra de lo que es la mentalidad española, el porqué aguantamos lo que nos echen y por qué no echamos nosotros a tanto vividor. Por eso decía que la condición de emigrantes nos perseguirá mal que nos pese. Es la consecuencia lógica.
Se vendió toda la industria nacional porque el INI generaba pérdidas. Los italianos nos compran Pegaso, lo comercializan como IVECO y a ellos les da beneficios, ¡Toma, Geroma! De modo que con estos mimbres era fácil deducir que este país iba camino de convertirse en un país de servicios. Pues entonces, amigos, con este panorama, sobran ingenieros, técnicos de la industria, químicos, investigadores, arquitectos etc, etc, si los productos en su mayoría nos vienen de fuera calentitos. Pero eso si, seguiremos haciendo de las universidades fábricas de parados, con el consabido coste.
Los gobernantes esperan que lleguen las multinacionales para echarnos una mano. ¿Vendrán? ¿Se irán a países más rentables? Un país serio no puede depender constantemente de la “caridad “de los de fuera.
Mientras tanto, aquí, como vemos, con los más de mil procesos abiertos por corrupción, se lo siguen llevando crudo. ¡Y que tengamos que pagar además los juicios carísimos de estos sinvergüenzas, y ellos con el dinero a buen recaudo! Esto ya es el colmo de la memez de un pueblo.
Pero siempre nos quedará como último recurso la emigración, pues ese es nuestro sino. La historia se repite porque así somos: españoles para lo mejor y para lo peor.
Félix.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Félix.
Hacer un comentario justo a tu planteamiento, como ya te lo inaginas, requeriría como mínimo una respuesta de la amplitud de tu senasto y acertado escrito y no es el caso. No obstante, y como consecuencia de la complegidad del mismo, me gustaría dejar constancia de que, aún quedándote corto en los califcativos que le aplicas a los responsables del desaguisado que tenemos en nuestro país, has dado una vez más en el centro de la diana. Otra cosa es que surta efecto. Estamos ¿gobernados? por unos ineptos e irresponsables incompetentes administradores políticos que estan llevando a nustro país al desánimo de los ciudadanos y a la entrega de nuestras industrias emblemáticas a manos de unos vividores que con sus oligopolios, en poco tiempo tendrán todo el poder del dinero y nosotros, muy poco que hacer al respecto.
La esclavitud a la que haces referencia, ya hace tiempo -muchos años- que en distintas ocasiones vengo haciéndola resaltar, pero ya se sabe que predicar en desierto es sermón perdido.
Desde mi opinión personal,tienes una amplia y realista visión de la actual y futra situación de nuestro país; -esa España que tantos denostan- y que ya le vendría bien a los responsables políticos que manejan las riendas y el control de la estrategia crematistica que nos afecta a todos. ¡Lástima! que, como el de algunos otros, tu mensaje caiga en saco roto y se pierda por algún agujero.
La política, amigo Félix, es muy cruel, y por desgracia y por ahora,para desenvolverte con soltura en ella no hay que tener ecrúpulos y tragarse todos los sapos que te vayan echando; de lo contrario, tienes que ahuecar el ala si quieres seguir siendo honrado contigo mismo. Mi experiencia en ese campo me ha dejado una larga estela de amargos recuerdos y desengaños.
La tragedia a la que aduces, que deja tras de sí esa otra estela indeleble que origina la presencia de tantos extranjeros venidos de todas partes y aposentados aquí, nos dejará por mucho tiempo unas secuelas negativas que, como siempre, tendremos que pagarlas los mismos; como ahora pagaremos las que se deriven de la ley de amnistía fiscal con que el Gobierno premia a los defraudadores, beneficiándolos, mientras las clase sociales acarrearán con las consecuencias para no perder la costumbre.
Recibe un abrazo, félix, y sigue en tu línea. Luis
Muy certero este escrito. Dices: "maleta de cartón atada con una cuerda para que no se escaparan los sueños" que bonito y que real.
Hoy son maletas de marca vacías de ilusión, esa es la diferencia.
No quiero extenderme en el comentario, pero yo sigo erre que erre: ¿Adónde va el dinero? Aquí llegó, los corrompidos se lo llevaron y nunca más volvió, ni volverá, para desgracia nuestra.
Por tanto, cada día estoy convencido de que hay que taponar la madriguera donde guardan su botín.
Sufrimos una presión fiscal absoluta y, por el contrario, los chorizancos se los llevan y ningún gobierno levanta la voz.
Como dije, sobre este tema hay mucho que cortar y somos muchos los que coincidimos en los remedios. La clase política, en su mayoría, vive única y exclusivamente para mejorar la técnica que le ayude a conseguir el voto de la continuidad.
En fin, amigo Félix, ya charlaremos este verano aunque sólo sirva para soltar el lastre de tanta injusticia. Un abrazo. Salva.
¡QUE NIVEL, MARIBEL!
Ahora comprenderéis que la mayoría tengamos ciertos reparos a dejar comentarios, opinar y decir nada sobre los distintos temas que vais regalándonos en vuestros blogs.
Pero yo sigo animando a nuestros visitantes que es muy fácil dejar un comentario con solo lo siguiente:
Saludos,
(y tu nombre)
____________________
¡¡UF!! Qué descanso. Ya no hay que temer que tú, Félix, llegues a la Moncloa y nos dejes colgados. Los analistas de ZARZA PRESS INTERNATIONAL, me lo aclaran. No interesas, ya que hablas demasiado claro, llamas al pan, pan y al vino, vino. No comulgas con ruedas de molino. No tienes futuro en ese camino a la Moncloa, nada que hacer, te taponarían el paso, te romperían una pierna, o las dos y no llegarías.
De lo que no estoy tan seguro es que, ante una buena oferta, nos abandones a favor de algún medio periodístico que haya descubierto tu pluma, la clarividencia en tus artículos y ante una buena oferta y nada… está claro. Te animo que aceptes, ¡cómo no!, pero con la condición que sigas dejándonos en tu blog algo de cuando en cuando. Aunque no estoy muy seguro que haya un medio de comunicación que no esté sujeto a ideales concretos y tú estés dispuesto a aceptar las exigencias que la línea editorial exigiera en cada momento.
-Manolo-
Bueno, Manolo, cuantas cosas agradables dices con tu característico humor. Más nos vale vivir estos tiempos con ese humor. La verdad es que nunca he cambiado de chaqueta porque uno tiene ciertos principios. Esto me ha causado no pocos disgustos, pero en fin, cada cual es como es. Por consiguiente agradezco la oportunidad que me diste en esta página, porque solo así uno puede expresar ciertas ideas. Pero además es un acicate para intentar superarse, sin tomarlo en serio, sino como una diversión sana, donde tú le añades el toque humorístico con mucho acierto.
Luis, ya veo que tienes un largo recorrido en estas batallas nuestras, y se palpa el desengaño, lógico cuando se es fiel a unos principios. Lo que más me duele de este país es que los ciudadanos más humildes sufren las consecuencias de los desbarajustes, por ejemplo en el tema de la inmigración. Podría contar infinidad de anécdotas de gente que han contraído enfermedades(los propios inmigrantes incluidos) unas veces por el difícil control sanitario de gente incontrolada, y otras por ausencia de control. No culpo a los inmigrantes sino a las autoridades que en su momento no hicieron los deberes. Nosotros en Francia, no te escapabas de un control sanitario, porque era requisito para poder trabajar legalmente. Eso es una política seria y responsable. En fin, así somos. Se podría demostrar perfectamente que este país está dividido en dos clases bien definidas: la casta de los políticos y pudientes y el resto que es quien pone la pasta y el sudor. Espero Salva, que podamos disfrutar a la sombra de San Lorenzo, de un rato de sosiego que eso no pueden robárnoslo estos mangutas de gobernantes. Un abrazo .Félix
1.4.12
Publicar un comentario