20 enero 2013

El reloj del tiempo


               

Sale el sol y avanza lentamente.
En las grandes ciudades la gente se da codazos en los andenes.
Los vehículos avanzan hasta la ciudad y generan atascos.
Los aviones despegan y aterrizan, y cubren el cielo de vías blancas que se cruzan  y se difuminan.
Seguimos avanzando.
Los gobiernos expiran y se nombran otros. A ver si el nuevo no hace una guerra como el anterior. Y la hace, por eso es el país más poderoso de la Tierra. Y volvió otro gobierno, e hizo otra guerra, y después vino la paz.
Seguimos avanzando
Cayó el Telón de Acero, y en Rusia votó la gente libremente, y en Moscú y otras ciudades aumentó el alcoholismo, y los ricos, y los indigentes, y más de un periodista fue asesinado por seguir su ideario de hombre libre, desafiando el nuevo “orden” establecido, y volvió el “orden.”
¿Seguimos avanzando?
Una marea humana desarrapada huye de la miseria, y quiere ser libre y participar del progreso en el mundo rico, y unos llegan, y otros se quedan en el camino,
Y nuevas enfermedades nos acucian, y la ciencia descubre el genoma humano, y podremos vivir más años, quizás también mejor.
Seguimos avanzando.
Los Polos se deshielan, el agujero de la capa de ozono se extiende, la masa forestal del Planeta se reduce, se desarrollan nuevas energías.
El calor produce estragos y los incendios forestales avanzan en España, y mueren personas, y las playas abarrotadas lucen cuerpos sobrados de kilos, y las terrazas hacen su agosto.
¿Seguimos avanzando? 
Habíamos producido tanta riqueza que el saco se rompió, y volvemos a intentarlo. Costará años. Y algunos no lo verán, pero otros sí.
Nuestros ingenieros buscan trabajo en Alemania, y las enfermeras, y los arquitectos…, España se vende. Nada  nuevo. Siempre nos quedará Paris, o Berlín.
Seguimos avanzando.
Hay  que escapar de este planeta, como sea, el dinero lo ha vuelto tururú. Y se envía el mensajero a Marte para ver como se puede uno instalar allí. Y habrá lista de espera para viajar en pateras espaciales. No pienso verlo.
Seguimos avanzando.
El imperio chino avanza a la chin chita  callando, y el americano le da la mano, y Europa anda renqueante. Que no cunda el pánico, el sol tiene vida para rato y nos seguirá calentando, pero ahora nos quema, ¡qué rayos! Y ¡qué!, hay crema protectora. La industria farmacéutica goza de buena salud, estamos a salvo.
¿Seguimos avanzando?
El sol se ha puesto, y es hora de bailar el tango, y en este  viaje me abrazo a él; dos pasos adelante, uno hacia atrás. 
¡Que no pare la música!
Seguimos avanzando.
Félix.























4 comentarios:

Manuel dijo...

Seguimos avanzando. ¿Si tú lo dices?... ¿Pero hacia dónde?
Aquí solo avanza el reloj, el tiempo. Todo lo demás, aquí y ahora, peor que los pasos de baile del tango que dices. Aquí y ahora un paso adelante y dos hacia atrás. Y lo malo es que cada vez vamos a peor.
Bonita imagen del reloj del tiempo. Ese tronco marca con sus anillos los años vividos hasta su tala.
-Manolo-

Anónimo dijo...

El reloj, Félix, como todo lo que aportas a la web en tu blog, es original como tú lo eres, aunque no lo quieras reconocer. Es, (por lo menos para mi), un tema muy grato y bien traido: el tema del tiempo reflejado en ese rustico reloj de sol acertadamente elegido para la ocasión. Muy bueno, Félix, muy bueno.
En éste poético relato nos dejas bien claro que el sol avanza (para todos, pero, no igual para todos) lentamente desde el crepúsculo matutino al vespertino ,y que en su recorrido, el tiempo se nos va pasando sin darnos cuenta de "ese pequeño detalle" tan significativo en nuestras vidas: seguimos avanzando, ¿hacia dónde. ¿Hacia el orden?. ¿Qué oreden?. ¿Quién instituye y establece el orden?
Seguimos avanzando en la investigació, cierto. Pero. Y en el orden, ¿Avanzamos...?
La vida es como la ruleta de la suerte: a unos les da el premio y a otros calabazas. Así es y así seguirá siendo a pesar de que a algunos nos gustaría que cambiara la cosa y se volviera "normal".
No obstante, ahí tenemos ese vigía de reloj, ojo avizor, espectante y atento con su incisiva mirada, para que ninguno de nosotros se pase un solo milímetro de la raya y permanezcamos en el sendero. No sé si el sendero elegido, o el asignado.
Un abrazo, Félix, y, un urra por el tema. Luis

Anónimo dijo...

Claro que seguimos avanzando y seguiremos avanzando. A veces para dar un salto es necesario coger impulso. Y quizá ahora estemos en esa fase. El precio a pagar por el retroceso es muy alto y sólo basta echar un vistazo a tu alrededor para comprobarlo.
Ya lo dices al final. La vida es como un tango, pasos "palante" y pasos "patrás".
Muy bueno lo del reloj, supongo que será una ocurrencia de esas tuyas, un chispazo de genialidad con que acostumbras a sorprendernos. Seguro que a más de uno le servirá para saber que hora es.Un abrazo, Salva.

Anónimo dijo...

Gracias por los elogios.Los comentarios son de solera,como siempre.Fue por las navidades cuando recorriendo el campo zaceño me topé con este tocón,segun la RAE,pero que yo llamaria tacón.En todo caso,cuando lo vi me dije:"Aqui está el reloj del tiempo".Despues lo decoré para inmortalizarlo, pues contando los anillos que segun los entendidos desvelan su edad,me di cuenta que podia tener diez años más que yo,y por consiguiente somos de la misma época.Entonces se adueñó de mi la melancolia al ver que alguien habia decidido acabar con su vida.Pensé entonces en el paralelismo de nuestras vidas,yo con millones de kilómetros en las piernas y él podria contarme lo mismo,millones de horas observando el paisaje,disfrutando o sufriendo las estaciones del año,y las estrategias utilizadas para sortear las agresiones,dando cobijo a las aves de paso y sombra al ganado y a los pastores,o procurando leña para calentarse en invierno,en fin, una vida como la de cualquier otro ser y, sin embargo, no pudo llegar a viejo.Pero ahi seguirá ese reloj para hacernos reflexionar,para extraer algo positivo sobre el derecho a la vida y el efimero paso por este mundo,más para los que no llegan a la vejez natural,como él.Félix