06 agosto 2015


                          LAS FLORES DE DON CESAR.

Cuando digo don César, todos los zarceños sabemos que se trata de nuestro párroco que anduvo por el mundo, en Paraguay, que volvió cuando pudo a nuestro pueblo y, que ya no está entre nosotros, porque  hace pocas semanas  Dios quiso que estuviera a su lado definitivamente, aunque bien es cierto que siempre lo estuvo porque esa fue su vocación.
Hoy quiero rendirle homenaje recordando lo mucho que nos dejó en su blog: ”Estampas de mi pueblo”, en esta página, artículos llenos de vida, de colores, de aromas y de enseñanzas.
Así que rememorando su maravilloso relato con fecha de 4 de septiembre del año pasado, casi un año ya, he querido emular sus pasos y he recorrido el pueblo fotografiando las flores que, como hace un año, han vuelto, porque están ahí, en los mismos lugares, aunque creo, estoy convencido, que nunca se fueron. Estas flores que son sus flores, porque nos las mostró mejor que nadie, despertando el interés por si hubieran pasado desapercibidas para alguien, aunque no lo creo, son el enlace perfumado con  nuestro don César, son el recuerdo perenne de su amor también  por las plantas.  








De modo que estas flores suyas siguen perfumando la que fue su morada, y otras cercanas, junto con las adelfas del pilar, y las petunias, ¡ay! las petunias, sus petunias que nos mostró agarradas a las piedras en la base de los muros de las casillas y corrales, petunias zarceñas porque apenas necesitan agua sino un asidero pétreo, que en eso estamos bien servidos, porque en nuestro pueblo la piedra es reina, como sabemos. Y recordando todo esto no puedo por menos agradecerle de nuevo el salmo en latín, que me tradujo al español, de cuando éramos monaguillos y cantábamos aquellos responsorios en latín sin saber lo que decíamos  :”A memento mescamento servitore mean…”o algo así, ahora me rio de lo serios que nos poníamos recitando estas melopeas mientras las abuelas depositaban unas perritas por sus difuntos en la bandeja que don Leopoldo no perdía de vista.
Y recuerdo, porque escribiendo esto,  sentado en la terraza del huerto de mi casa, que antes fue de sus padres, y recuerdo, decía, verlo disfrutar con mis padres en este mismo lugar, sentados a la sombra, a su vuelta de Paraguay, charlando distendidamente, con afecto por ambas partes, porque mis padres lo apreciaban mucho, y así fueron desgranando recuerdos de un pasado lejano y, él, don César, hablando del Paraguay mientras mi padre que no perdía detalle escuchaba embelesado. Ya están reunidos en ese otro mundo que nos espera,  de modo que para ellos, estas flores con aroma zarceño porque como bien dijiste, César, en el relato aludido :”Todo nuestro pueblo es jardinero”.

 

2 comentarios:

Manuel dijo...

Bonito recuerdo-homenaje, Félix, éste que dedicas a D. César. Ten por seguro que lo recibirá con alegría y más al llegarle el perfume del jardín de su pueblo, nuestro pueblo, que es verdad que en esta época luce bonito. Presumirá ante sus compañeros y amigos con estas Estampas de lo bonito y perfumado que está su pueblo.
Lástima que nos dejara tan pronto, pues tenía "Estampas de nuestro pueblo" para dar y tomar.
¡¡ FELIZ SAN LORENZO !!

-Manolo-

Anónimo dijo...

El grato recuerdo que nos ha dejado César -según tú, Don César- permanecerá en el recuerdo de sus paisanos, tanto por haber sido uno más de los nuestros, como por su personalidad y amor a las plantas.
El homenaje que en tu relato le ofreces, Félix, creo que es compartido por la mayoría de los que le conocimos, y, personalmente, considero que los recuerdos a los que aludes de cuando éramos monaguillos y cantábamos junto a Don Leopoldo, el sacerdote de entonces, los rezos y mementos en latín, que no eran para nosotros sino una retahíla de palabras en hilada que para nosotros su significado en aquél entonces era desconocido, y ahora no pasan de ser anecdóticas. ¡Qué recuerdos...!

Félix. Bonito homenaje a César, ofreciéndole esas fotografías tan bien logradas y que a buen seguro, si las está viendo, le resultarán gratas, tanto por la viveza de las plantas, como por la belleza de las flores.

Confío en que, ahora que has cogido de nuevo la marcha , tu pluma se desperece y nos mantenga al día.
Luis