01 noviembre 2015

El dia de Todos los Santos

Aquel día de Todos los Santos, hace  tantos años ya que me parece que ha pasado  un siglo, mi abuela desgranaba el rosario al pie de la lumbre rodeada de mi madre y hermanos; rezábamos a la memoria de mi tío Casiano que había fallecido recientemente en un accidente a sus 35 años. Las oraciones subían al cielo junto con el humo que se esfumaba por la chimenea que el viento hacia ulular añadiendo más misterio y reconciliación, si cabe, al momento.
Todo ha pasado, como el viento: Se fueron mis abuelos, mis padres, mis tíos y primo Adolfo que nos dejó demasiado joven. Con ellos me levanto y me acuesto, y sigo caminando hasta que el viento me diga:” Hemos llegado, amigo”, y yo le digo;” Espera un poquito”, pero no espera y se va, porque su sino es irse, para volver y  acompañar a los que vienen detrás, sin prisa, pero sin pausa, generaciones como todas, de paso, con los mismos deseos, las mismas inquietudes, las mismas ilusiones, los mismos temores y los mismos  sueños, sabiendo que todo pasa y que todo es efímero

Yo he recorrido los campos de Castilla la Vieja, y el reino de León, y me he detenido un momento ante los camposantos, porque ellos son un remanso de paz de los que fueron. Y he mirado la naturaleza del entorno, moldeada por ellos y entonces sé que esa naturaleza de árboles, plantas diversas y campo de mies, son ellos y entonces respiro hondo y me abrazo a todo ese universo de colores y aromas, porque son ellos, y con ellos prosigo mi transitar, ligero de equipaje, porque para qué cargar, si al final, todo me ha de sobrar.









3 comentarios:

Manuel dijo...

“Aquel día de Todos los Santos, hace tantos años ya que me parece que ha pasado un siglo” … sonaban las campanas, : din…don…din…don…, no recuerdo bien si toda la noche o solo hasta una hora determinada de la madrugada, siendo los encargados de llevar a cabo esta tradición los mayordomos, creo que del patrón.
Magnífica entrada, Félix, y magníficas las imágenes, que como siempre, acompañas. Y como siempre transmiten. ¡FAN TAS TI CAS!
Creo, y me consta, que tu archivo fotográfico es fantástico. Guárdalo bien, cuídalo como valiosa joya que es. Y al de La Zarza cofre de oro, pues será también muy importante en el futuro.
Sí, sí, a medida que avanzamos en edad, comprobamos que lo mejor es ir ligeros de equipaje… ¿para qué cargas pesadas que no servirán de nada?
Y en cuanto al lugar de nuestra final morada, si es la del Camposanto de nuestro pueblo, me ha sorprendido, que últimamente está en un más que aceptable estado; vamos que no desmerece mucho de otros para ser lugar de nuestro descanso. Cuando tengas ocasión y momento de luz, color y amor para hacer alguna foto a nuestro Cementerio, como tú sabes hacer y lograr, buscando los mejores perfiles y encuadres, hazla; pues la otra tarde, lluviosa, oscura, no conseguí unas imágenes como hubiera querido.
Y para terminar, pues “menrrollao”, dejo aquí los versos de Serrat (Mediterráneo):

Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
quiero tener buena vista


-Manolo-

Anónimo dijo...

Pues sí,habrá que guardar el archivo, pero tengo que encontrar el tiempo para ordenarlo. Del camposanto de la Zarza tengo algo digital y réflex. Intentaré sacar alguna que nos muestre el estado actual que por lo que se ve está cambiando de lustre.
Saludos.
Félix

Anónimo dijo...

Comparto el comentario y opinión de Manolo en toda su magnitud, incluidos los versos de Serrat.
Creo -convencido firmemente-, que Félix, cuando salió del pueblo a "recorrer mundo", en el camino de salida tomó el desvío distinto del que debió tomar.
Desde mi punto de vista, debió haberse dedicado a escribir profesionalmente, porque tiene madera. Y, madera de calidad con una buena veta, de la que no abunda por doquier.
No obstante, todos los trabajos que realiza merecen ser encuadrados para su admiración.
Ya sé, que no siempre se presentan las cosas como a uno le gustaría, y que hay que hacer lo que se puede cuando se puede, y, con frecuencia en contra de nuestra propia voluntad y aguantarse con lo que hay. ¡Qué remedio...! Eso lo sé por experiencia propia sin necesidad de que alguien me cuente ninguna aventura, porque lo han vivido mis propias carnes.
Por eso, y por muchas cosas más que no procede exponer, creo que eres un fenómeno, Félix.
Sigue en esa línea y, aunque no dispongas de mucho tiempo, en la medida de lo posible, ordena todas tus fotos y escritos, que, un día serán reconocidos y recordados por una buena parte de las personas que ahora, sólo te ven pero no te conocen.
Un abrazo, Félix.
Luis