01 noviembre 2016

EL DIA DE "TODOS LOS SANTOS"


 

Este día tan señalado recordamos , como se sabe, a nuestros seres queridos que nos dejaron para siempre.
Cada quien recuerda a los suyos, como es lógico. Personalmente recuerdo a mis padres que  me guían y a los que siempre recurro en momentos de zozobra y en otros momentos, porque simplemente los llevo conmigo. Pero entre mis seres queridos ,que siempre llevo en mi corazón, hay uno por el que siento especial cariño, no más que a mis padres, pero tampoco menos; digamos que es un cariño especial, porque como él decía, uno se eterniza en alguien cuando este alguien querido ha desaparecido físicamente: Me refiero a mi primo Adolfo.
Mi primo Adolfo, lo fue todo, es decir una persona comprometida, un luchador infatigable por la causa de los más humildes, de  los más débiles, los que no tenían palabra porque se la quitaron o porque simplemente su voz no llegaba más allá de su morada, de su calle, de su mundo reducido a la supervivencia pura y dura. Mi primo Adolfo vivió con ellos y les puso voz y sentimientos en sus muchos artículos periodísticos, en sus libros y novelas, en sus tertulias radiofónicas. Adolfo era todo eso y mucho más.
Cuando entre mis manos tengo un libro suyo, es como si lo tocara a él, lo escucho, charlo con él, charlamos, me aconseja, lo vuelvo a escuchar, me escucha, su voz tiene un tono sosegado, infunde paz y en el fondo nos divertimos de esa otra manera que ahora llamamos virtual, aunque tampoco sea exactamente eso, porque ese contacto a través de sus escritos es algo más que virtual, porque el alma tiene este don de unir y compartir, de querer y amar en la distancia, neutralizada esta por el pensamiento.
Ese alma de Adolfo pervive en esta página Web de  “La Zarza de Pumareda”, porque ahí están sus novelas:  ”El día que pintaron  de negro a Zarzales”,  “Telesforo”…  “El día de mi santo”, que es su libro más espiritual, es mi Biblia donde me refugio a menudo para mejor entender nuestro paso por este mundo a menudo revuelto. En el “Día de mi santo”, Adolfo recoge el lado más humano de los protagonista, de los que fueron santos, a veces sin serlo de forma convencional porque no se alejaron de lo terrenal y ahí está la magia de Adolfo para hacérnoslo ver, para disfrutar y sacar partido moral de estos llamados santos que no hicieron otra cosa que  lo que muchas personas anónimas han hecho a lo largo de su vida, entre ellas Adolfo.
De modo que Adolfo es mi santo particular, porque naciendo en cuna humilde y, pudiendo, rechazó el mundo de la opulencia y del poder. Es por eso y por muchas cosas más quiero recordarlo en este día señalado de “Todos los Santos”, pues  en cuna humilde nació,  y en lecho humilde murió. Esa fue su grandeza, como la de los santos cuya vida desmenuza con sumo tacto y pasión.

 Siempre en mi pensamiento, siempre en mi corazón.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Siempre estará en nuestro recuerdo Adolfo, por muchos motivos.
Siento que se están agotando los temas de su "Castilla en el alma". Quedan cinco o seis; pero lo que no se agotará es nuestra admiración por él y lo mucho que dejó.
Hace unos días me encontré con su hermana Charo; naturalmente la conversación siempre sobre lo mismo, el mismo, Adolfo. Que cuánto hubiéramos disfrutado, él también, con su blog en nuestro Rincón, en estos tiempos. Con toda su formación, información, opinión, experiencias y vivencias de toda índole, etc. Un blog, que como creo que ya te he comentado, le tenía preparado a falta solo del título, que él quisiera ponerle, en nuestro encuentro en su paso por Salamanca; encuentro que nunca tuvo lugar porque en vísperas de su viaje, con billete para él y su hija, falleció repentinamente.
Fue un lástima, que en plenitud de sus facultades, con toda su experiencia y saber nos dejara huérfanos de lo mucho que prometía su colaboración en la página.
Otro tanto parecido, nos pasó con César, que apenas iniciado su blog, "Estampas de mi pueblo" que en los pocos meses nos regaló muchas estampas, le quedaron muchas otras estampas por escribir. D.E.P. los dos.
Y para todos vosotros, blogueros activos, desearos salud y que por muchos años sigáis dando vida a nuestra blogosfera.
-Manolo-

La Zarza dijo...

Efectivamente, fue una gran pérdida, todo hubiera sido distinto, hubiéramos disfrutado mucho él el primero, pero el sufrimiento que arrastraba a raíz de la muerte de su hija en plena flor de la vida, fue demasiado duro para su salud. Lo positivo es que lo que hizo lo hizo con pasión, disfrutó y aportó mucho a la sociedad en la medida de sus posibilidades. Disfrutar de la jubilación hubiera supuesto el premio a su trabajo incansable, pero ya sabemos que la vida puede acabarse en cualquier recodo del camino. Lo importante es que fue un ejemplo con una trayectoria intachable y nos dejó bastante material para disfrutar y aprender de él.
Cierto es que quienes compartimos con él muchos momentos no lo olvidaremos nunca porque es un referente para todos y un honor para nosotros como un zarceño ejemplar.
Félix