02 julio 2017

El ocre de mi pueblo


Cuando llega el verano, y este año mucho antes debido al calor sofocante de primeros de junio, el campo de nuestro pueblo adopta el color ocre.
Solo escobas, robles y zarzales que son las plantas autóctonas por excelencia, motejan el campo con su verde inalterable: verde guardia civil, las escobas, el roble con el suyo propio salpicado del verde bellota y en la zarza asomando en ella el verde gris mora primeriza hasta negrear cuando madura.
Estos colores nos recuerdan el paso del tiempo. Nos recuerdan que se acerca San Lorenzo y con él los frutos maduros: la sandía  y el melón para refrescar, entre otros.
Asi es que el ocre del estío de mi pueblo es solo un paso necesario para recoger los frutos de verano y prepararse para sementera que apagará el ocre para tornarse verde maraojo.
De modo que entre el ocre del estío y el verde maraojo, vamos caminando.

 








4 comentarios:

Manuel dijo...

Colores, amores y olores de nuestro pueblo. Haciendo honor al título del blog. En esta ocasión nos muestras el OCRE, que transmite ese olor veraniego a siega, a paja. En cada época lo suyo y si nos envías las imágenes a casa,… miel sobre hojuelas.
Para tus seguidores y admiradores, bueno, para tus admiradores no hará falta; pero por si acaso alguno de tus seguidores, que son muchos, no se han percatado de tu sitio web, quiero decirles que en el “Rincón bloguero”, junto a tu blog, hay un enlace. También en noticias (el Zarzal) un enlace permanente en la cabecera, junto a otros apartados. Aprovecho para decirte que es un sitio magnífico con relatos e imágens también magníficas, como sólo tú sabes hacer y unos videos fantásticos, mu güenos. Ya puedo cerrar la güeb de La Zarza.
-Manolo-

La Zarza dijo...

Manolo, tu web es única, no tiene competidores, además fue pionera, y el mérito es de los que siempre van abriendo caminos. Después, el resto lo tenemos más fácil
Félix.

Luis dijo...

Colores, amores, nostalgias, recuerdos...y, un sin fin de aportes, nos trae a la palestra, como siempre, el corresponsal y amigo, Félix, que, para no perder la costumbre, está justo en el lugar adecuado y en el momento oportuno para (también como siempre), captar con su cámara, lo que nos ofrece la naturaleza zarceña, y él, con mano diestra aporta para nuestro regocijo, haciendo honor a su buen hacer.
Como es norma en ti, Félix, el trabajo es excelente y bien seleccionado. Sigue y, no pares; porque, si sigues así, pronto seré uno de tus admiradores. Pero, sólo si sigues así.
¿Lo harás?
Luis

La Zarza dijo...

Lo intentaremos Luis.