22 agosto 2017

Cuando el protagonista es el pueblo


 

 
 
 
Recuerdo aquellos años de mi niñez cuando en La Zarza se celebraban los carnavales, o las Madrinas, o el Corpus, entre otras festividades. Era el pueblo, sus gentes, los protagonistas, cantando y bailando, disfrazados o no durante los carnavales (“antrojados”, decíamos), algarabía que desfilaba calle arriba, calle abajo. Uno tocaba un acordeón de madera medio destartalada, otro bailaba una jota, a veces mal bailada, pero eso era lo de menos, otro contaba un chiste, y entre chochos o entremozos, (altramuces), como decíamos, obleas, bizcochos y trago de vino, iba pasando la fiesta.
El pueblo debe ser siempre el protagonista. Así ha ocurrido siempre. Porque no es lo mismo cuando  en el espectáculo son los de afuera, (orquestas, tamborileros etc)  los protagonistas.
Recuerdo los años de la emigración, en Paris, cómo nos organizábamos los españoles para disfrutar de nuestra España tan lejana, creando centros de ocio para encontrarnos, comer y beber, cantar y bailar. Así surgieron la Casa de Valencia, El Hogar gallego, el Extremeño, y tantos otros centros que costeábamos pagando una cuota. Nada hay que esperar de los políticos, me refiero a los de las altas esferas, no a los alcaldes de un pueblo o aldea que se esfuerzan (sin dejar deudas para el siguiente regidor), para que su pueblo, sus gentes, sigan disfrutando de las fiestas tradicionales.
El pueblo siempre debe ser el protagonista, porque entre otras cosas, al actuar se lleva para siempre el recuerdo de lo vivido, los aromas, los sonidos, ya sea participando en una obra de teatro, como actor o como espectador disfrutando con los suyos, ya sea cantando, celebrando el pasacalles jaranero, ya sea participando en actos culturales, cada cual con su instrumento de música, como venimos celebrando desde hace dos años etc.

Por eso me he alegrado al ver a nuestra excelente tamborilera, Isabel, animando la fiesta de las Madrinas, y cómo no, al grupo de bailaoras espontáneas de la jota charra, ahí en el juego de pelota, como toda la vida, con la diferencia que ahora ya no se levanta polvo porque el pavimento ya no es de tierra, sino de cemento.
Las generaciones pasan, pero el espíritu de la fiesta pervive.
Que así sea para siempre.

 

 

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que placer leer tus comentarios y recuerdos tan bien contados...!!!
Gracias.

Manuel dijo...

Para lo joven que eres, Félix, cuánto has vivido, aquí, fuera, en el pueblo, en la ciudad, gran ciudad; en todos los ambientes; por eso tu bagaje no cabe eb una maleta; pero sí en ese libro que espero llegue pronto.
Que el pueblo, la gente, tiene que ser protagonista, el alcalde lo sabe bien y lo está consiguiendo, pues lleva años en ese camino y hay que reconocer que ha conseguido mucho.
-Manolo-

Anónimo dijo...

Félix. Yo no te voy a decir como Manolo, que, para lo joven que eres..., porque sé seguro que tú, hace mucho tiempo que eres joven y piensas seguir en esa línea sin variación ni deriva; por eso, solo te diré que, como tú apuntas en tu relato, el pueblo siempre es el protagonista y el reportero, el protagonista del protagonista de los recuerdos vividos a lo largo de la vida, por el pueblo-protagonista.
El relato que nos ofreces de todos los aconteceres que, a lo largo del paso del tiempo ha vivido el pueblo (en este caso, nuestro pueblo), explicados como tú lo acostumbras hacer, tanto en este como en todos tus escritos y reportajes fotográficos, le dan más vida y un aroma y colorido un tanto sabrosón, de los tiempos que, los que ya tenemos bastante tiempo dentro de la mochila, guardamos en nuestro particular baúl de los recuerdos que tú has abierto ahora, para regocijo de los que no lo hemos podido vivir sobre el terreno, pero que, con tu relato, nos retrotraes a aquélla época infantil y de adolescencia que, afortunadamente, permanece indeleble en nuestro recuerdo, en un rinconcito de la memoria y, nos resulta de lo más grato de aquél entonces, ocurrido en nuestra feliz infancia, correteando las calles embarradas del pueblo, como tú bien sabes.
Luis