01 abril 2020

GRACIAS A LA VIDA

2 comentarios:

Manuel dijo...

¡¡BRAVOOOO!!!!
Qué buena interpretación y qué buen sonido. Bajo el puente, la acústica es buena; tanto es así que hasta los mosquitos se pelean por escucharte y verte. Se les nota contentos y felices y tras los mosquitos, nosotros, silenciosos, viendo y escuchándote atentamente. ¡BRAVO!
Este lugar y tus recuerdos, han removido los míos. Recuerdos de aquellas tardes de los domingos, después del rosario, la mayoría de rapaces íbamos en grupo, al lugar donde las obras de la carretera se iban abriendo paso; y así todas las tardes de los domingos veíamos los avances de las mismas. Sobre el terreno, los mayores y más avezados nos explicaban, por ejemplo, que esa semana habían adelantado poco porque los peñascos del camino los habían tenido que dinamitar. (Explosiones, que a horas determinadas se oían en el pueblo). Y nos enseñaban las marcas de las perforaciones de los barrenos en las rocas, que tras las demoliciones unos trozos estaban para un lado y otros a otro. Eran paseos gloriosos, curiosos, didácticos, distintos, diferentes a todo lo visto en aquellos años en nuestro pueblo y nuestra infancia,… Recuerdos, …

-Manolo-

Anónimo dijo...

Bien observado cuanto dices. Recuerdo bien cuando íbamos en grupo a ver aquella obra. Yo recuerdo el trazado de los ingenieros de la carretera antes de comenzarla.La evocación de tus recuerdos me espolea para escribir un relato sobre ellos, a ver si pongo manos a la obra, pues los recuerdos siguen vivos y frescos en la mente.
Félix