23 octubre 2011

¿Mundo civilizado?

La Gran Via madrileña


Hace unos días, en el telediario, pudimos ver una vez más, una de esas secuencias truculentas que te dejan patidifuso. Se trata del atropello de un crío de unos dos años por una furgoneta que circulaba por la calle de un mercado al aire libre, en una ciudad China. Las imágenes nos muestran como circulan motocicletas y transeúntes sin que nadie se pare a socorrer a la niña que yace ensangrentada en el suelo. Hasta que aparece una mujer de avanzada edad, de aspecto frágil y de corta estatura, probablemente no pese más de cuarenta kilos, socorre a la niña y se lo entrega a su madre. Al parecer las autoridades públicas la han premiado por dicho ejemplo con una cantidad importante de dinero que la mujer se apresuró a entregar a la madre, la cual, se puede ver junto a la cama de su hija en el hospital implorando y volcando todas sus energías a través de su voz, para intentar despertarla del coma profundo en que se encuentra.
Aquí caben miles de interrogantes: ¿Qué hace que la sociedad china (en este caso concreto) pueda actuar con tanta indiferencia? ¿Por miedo a represalias en el contexto social? ¿Cómo es posible llegar a tal deshumanización? Lo más extraordinario es que la mujer que lo recogió se sorprende, con razón, que le pregunten que por qué la socorrió. Se puede deducir que esta buena señora se ha dejado llevar simplemente por uno de los aspectos más elementales del ser humano, sin pensar en las consecuencias, como es el deber de auxilio. Lo terrible es que esto pueda tener consecuencias negativas. No nos engañemos. No hace falta mirar a la China. Miremos en casa. Si, aquí ocurre algo parecido cuando se han dado casos, y no pocos, de automovilistas que se dan a la fuga tras atropellar a una o a varias personas. Y aquí caben exactamente los mismos interrogantes que en el caso chino. Sabido es que el ser “humano” puede llegar a ser más cruel que cualquier animal. Y que personas en un alto porcentaje vergonzoso, son capaces de causar daño y dolor a otra si se lo pide una autoridad. En este caso chino quedan reflejadas perfectamente las dos caras del ser humano: La indiferencia ante una persona en peligro de muerte, y la generosidad y el amor en su estado más puro. Es también la parte positiva de la televisión que con estas imágenes nos quita la modorra y nos incita a reflexionar, la cual, como en el caso chino, nos ofrece también sus dos caras; la segunda es la manipulación y el atontamiento. Llamemos a esto progreso, regresión o como queramos. Es lo que hay.
A ver si los indignados arreglan este desaguisado. Félix.

4 comentarios:

Manuel dijo...

Pues sí, esto es lo que hay desgraciadamente y en todas partes, con algunas excepciones es cierto; que a veces no son tales, pues están camufladas de distintas maneras.
¿Esto es progreso?. En muchos aspectos vamos para atrás. Una pena.

Anónimo dijo...

Yo no salía del asombro cuando vi esas imágenes. Si no recuerdo mal, la furgoneta que causó el accidente la atropelló dos veces. El tipo que llevara la furgoneta tuvo que apercibirse. No era una piedra lo que elevaba la rueda. Fue, sin duda, espeluznante. Y muy grave la indiferencia de los que pasaron a su lado y no se dignaron ayudarla. Vaya una basura de cultura la que admite estas conductas tan reprobables.
Me dio muchísima pena. También vi las imágenes de la madre cuando la llamaba desde una ventana en el hospital. Pobrecilla.
Haces una comparación, amigo Félix, con esos conductores tunantes que huyen para evadir responsabilidades.
Allá cada cual con su comportamiento cívico. Sin embargo, sobre este particular, tienen mucha culpa las aseguradoras y el gobierno. ¿Por qué?, pues porque permite esas gratificaciones como premios por no presentar partes de siniestros. Eso tenía que estar prohibido. Ahora bien, cuando hay un herido por medio, no cabe otra excusa más que la cobardía.
Además, en países como la china, es sabido que la mujer siempre ha ocupado un papel secundario en esa sociedad.
Quizá la presión internacional y la opinión generalizada sobre ese proceder tan cobarde, me refiero al caso que nos ocupa, la niña, les haga reflexionar y avergonzarse por la muerte de un inocente. Un abrazo. Salva

Anónimo dijo...

Es cierto lo que dices sobre la usura de las aseguradoras.Personalmente no creo que haya un pueblo que sea más inhumano que otro.El rebaño sigue simplemente las pautas marcadas por quienes manejan los hilos del rebaño,solo algunas conciencias criticas se rebelan.Al final es la conciencia de cada cual la que hace la diferencia ,como esta mujer que recuperó a la niña.¿Cuantos años llevan los españolitos conduciendo borrachos al volante,matando gente como si nada?Mientras que en paises como Francia ya hace muchisimos años que las penas son muy duras,incluida la carcel.Y aqui despues de tanta sangria ,al final,los gobernantes se deciden a promulgar leyes más severas.¿Por que han esperado tantos años?¿No es eso igualmente inhumano?Claro están muy ocupados con el futbol.Eso si,se dieron prisa para ser inmunes a la ley de los demás."Ley de inmunidad parlamentaria" y otroas afrentas al pueblo.Y ahi seguimos como si nada.Nunca hubo una frase tan acertada como aquel eslogan"España es diferente".Y es que a nuestro pesar lo somos.Aunque algunos argumenten que no son españoles.Ya sabemos que siguiendo la doctrina del presidente que se va el concepto NACIÓN es muy discutible,y asi llevando treinta años discutiendo si son galgos o podencos.Es lo que hay. Félix.

Anónimo dijo...

NI GALGOS NI PODENCOS
¡¡ B O R R E G O S !!