06 enero 2009

Cosas de los Reyes Magos

Me desperté esta mañana algo más temprano que de costumbre, cuando rompía el día. Luego, me di cuenta que era el día de los Reyes Magos y quizás por eso fue el despertarme antes, probablemente por orden de alguna neurona que se empeñó en hurgar en el baúl de los recuerdos de hace más de cincuenta años cuando añoraba el despertar de este día. Por un momento afloraron las imágenes de niños y niñas mostrándonos ufanos nuestros regalos, intentando cada cual convencer de que su juguete era el mejor aunque, en el fondo, sabíamos de sobra quienes eran los más afortunados. Moto de hojalata, soldados de plomo, una armónica, una pelota, una peonza, eran juguetes para niños. Las niñas recibían su muñeca, o una cuerda para jugar a la comba, o un juego de cocina en miniatura, de hojalata endeble pero que sentimentalmente era de oro. No es malo recordar estas cosas del pasado, me dije. Decidi no levantarme, ofrecerme el desayuno en la cama como si estuviera en un hotel de gran lujo y disfrutar de la mañana viendo pasar el tiempo; después de todo, hoy es el día de los Reyes Magos un día para soñar, me dije. De repente a través de la ventana los primeros rayos de sol se proyectaron en lo alto de la pared formando un pequeño triángulo luminoso, más intenso en el vértice superior y difuminado en el inferior. La intensa luz superior avanzaba a razón de un centímetro por segundo hacia abajo llenando de luz la parte mas tenue. Fueron unos segundos fantásticos, ver la rotación de la Tierra a una velocidad increíble en un observatorio improvisado. Sin duda fue un regalo de los Reyes Magos. Instalado confortablemente en mi cama opté por leer algo sobre la historia de nuestros antepasados en el siglo XVIII. Me detuve en un párrafo que recordaba lo siguiente: ”En 1750, el marqués de la Ensenada puso en marcha la elaboración de un censo que afectaba a todos los hogares castellanos y a sus ingresos, tanto comerciales como agrícolas, para cargarles un impuesto único.” Esto debía de afectar también a nuestro pueblo de Zarza de Pumareda, pero nos libramos porque esta reforma que, por primera vez afectaba a la renta de la Iglesia y a los grupos privilegiados, no salió adelante porque estos se enfadaron mucho y salieron en nuestra defensa consiguiendo ”tumbar” al ministro y así la reforma se fue al garete. ¡Hay que ver como se las gastaban en aquellos tiempos! ¡y cómo han cambiado las cosas desde entonces!
Hace unos días me he enterado por la prensa que el Gobierno ha tomado medidas muy buenas, supongo, porque el gobierno quiere lo mejor para el pueblo, según oigo, rebajando la presión fiscal a banqueros y gente así, de un 40% a menos de la mitad, -grosso modo-. ¿Puede alguien afirmar que los agraciados no creen en los Reyes Magos? Antes creía que para la buena salud general, los Reyes Magos deberíamos celebrarlos varias veces al año, ahora me doy cuenta que andan todo el año entre nosotros y no estoy seguro que acierten siempre con las señas de las cartas que reciben.
El sol y las sombras han avanzado dos metros en mi habitación. ¡Caramba, dos metros más viejo! Me levanto, voy a ver que me han traído los Reyes. Un libro de recetas de cocina veo como regalo. No está mal.
Hoy es el día de los Reyes Magos, un día para la ilusión, un día para soñar, sin olvidar el humor. Félix

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Y es que uno es niño siempre, es siempre de donde es y no puede olvidarse ni de las primeras heladas, ni de los primeros vientos, ni de los primeros sofocos ni de los primeros almendros en flor" - Adolfo Carreto - en Buen viaje

Y yo añadiría: Ni de los primeros Reyes... -Manolo-

Anónimo dijo...

Ya sabes, sobre la parte histórica de tu texto podría aplicarse aquello de: "con el clero hemos topado".
Sólo hay que ver lo que está pasando y el mundo permanece callado. Es chocante, me estoy refiriendo al conflicto de Israel. esas gentes que son fervientes devotos, siempre están enzarzados en guerras. ¿Hará realmente la religión su verdadera función? Pienso, desde el más profundo respeto, que no.
¿Las ayudas del gobierno? están muy claras darle más a los que amasaron fortunas comprando treinta,ó cuarenta años de la existencia de mucha gente. Ahora, que ganan menos, o que se les agotó el filón, sugieren que entre todos debemos llenar la vaca para que sigan ordeñándola. ¿Dónde llevaron tantos beneficios de no hace mucho tiempo?
¿Acaso el gobierno les va a obligar a compartirlos? Sospecho que no.
Todos sabemos que este u otro gobierno son títeres de esos individuos anónimos que manejan todos los movimientos según mejor les convenga.
Y los demás, como dice la canción:" a galeras a remar" Y añado que, con los tiempos que corren tener donde remar es objetivo primordial. Salva