10 enero 2009

Un poco de humor para combatir el frío

Esto que tantas veces se escucha como un insulto o como un reproche propio, me llama la atención porque no creo que signifique ser tonto de remate, salvo que yo interprete erróneamente esta expresión, o se preste a varios significados. Y me explico:
¿Por qué tonto el culo?, con perdón. O sea, que el ser humano es tonto de remate desde que nace, puesto que pasa parte de su vida atraído por esta parte anatómica. Y es que no debe ser una idea tan tonta dejarse llevar por él, cuando resulta tan fácil ser conquistado por tan poderoso imán. Me dice un amigo: ”he sido un tonto el culo, con perdón, no haberme dado cuenta antes que iba a fracasar con mi pareja”. Eso no justifica tu expresión -le dije-. ¿ Por qué? Preguntó sorprendido. Porque el culo, con perdón, manda más que el cerebro -añadí.
¿Qué me dices? si todo está en el cerebro.
Cierto, pero el cerebro es prisionero del culo, con perdón
Qué lio. Pues en ese lio andomos, amigo.
Cerebro y culo, con perdón, son parte de una misma cosa; el uno piensa y el otro decide . Y es que el cerebro necesita ese estímulo para funcionar en su parcela programada para la procreación, sin él el cerebro no actúa, o sea, que manda el culo, con perdón. Asi que no será tan tonto, digo yo, más bien es listo, o al menos tiene un valor primordial que no se le atribuye.
Por consiguiente, deberíamos decir: listo del culo, con perdón, y no lo contrario. Pensándolo bien ¿por qué he entrado en estas consideraciones?
¡Qué culos más listos!, con perdón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya guirigai entre el culo (con perdón, como reiteras tu)y el cerebro. Esos dos vocablos dan mucho juego. Hay palabras que se convierten en tabú, a pesar de que se pronuncien y escuchen bastante en el lenguaje coloquial. Algo falla. Creo que tiene cierta dosis de valentía destripar ese dicho popular que muy bien has desmenuzado Félix. Adelante con esas genuinas impresiones que reflejas en tus comentarios.
No todos somos capaces de lanzarnos a tumba abierta ante el folio blanco para disertar sobre algo tan común. Tal vez sea por timidez, o bien porque no sabemos. Salva.